LA LEY DE DEPENDENCIA
La Ley de Dependencia a la que me voy a referir, no
es el bodrio que se inventó la Bibi en la gloriosa etapa de Zapatero y que a
imagen y semejanza de la construcción falta algo tan importante como la célula
de habitabilidad, o para mejor entendernos, la dotación presupuestaria
correspondiente para poder hacerla útil a la sociedad.
La Ley a la que me refiero es aquella que los políticos
de izquierda, derecha o medio centro de enlace, tienen que observar en todas
sus acciones obedeciendo las órdenes de la cúpula de poder respectivas, y en
caso de no hacerlo, ser apartados de los puestos de responsabilidad de la administración;
caso de María San Gil, Mayor Oreja o Iturgaiz, que se quedaron marginados por
no asumir la componenda que desde Génova les querían imponer.
El mismo procedimiento seguido con Jiménez Varas, Redondo Terreros o Pablo Castellano en
el bando contrario. Ya lo dijo el Guerra (no el torero sino el otro) que aquel
que se moviera no saldría en la foto.
De esta sencilla pero aberrante forma se creó de
manera implícita un compromiso que el tiempo ha convertido en ley y que los
políticos cumplen a pie juntillas.
Hoy día en España, si hubiese un solo partido
político con las manos limpias, que pudiese denunciar los casos de corrupción
en vigor, sin temor a sufrir el efecto
boomerang, aquel que dice: pues anda que tú…… con total seguridad se haría con
un lugar de privilegio de cara al pueblo que le mostraría su agradecimiento y
le seguiría un amplio sector del mismo. Pero por desgracia, no lo hay. Están
todos pringados hasta las cejas y si alguien tiene duda, ahí van unos paradigmáticos
casos que esperan a que alguien los aclare de verdad.
Lo que sucede en Cataluña con la fortuna amasada por
las dos familias mas influyentes de Convergencia es conocido por todos. El
diario El Mundo, ha denunciado la existencia de millones de euros en cuentas de
sus bancos y la cosa no ofrecía dudas. A pesar de ello, tanto el Partido
Popular como El Partido Socialista, no han puesto toda la carne en el asador en
la denuncia y en el debate sostenido con Más, no le han hecho una sola pregunta
al respecto. Es mas, como se descuide Rajoy, le van a atribuir la autoría del
hecho. Menos mal, que la templanza y serenidad de este hombre, no le permite
entrar en peleas tabernarias y no se dará por aludido. Consecuencia: la
fechoría en vez de restarles votos a los culpables, verán aumentada la cifra de
los papelitos en la cajita.
Para mantener el equilibrio, resulta que en caso de
los ERES en los que están pringados la cúpula del PSOE en Andalucía, se salda
atribuyendo al segundo espada Sr. Guerrero, la responsabilidad total de los
hechos. Los otros, digo yo, se encontrarían de merienda en Oromana.
Y para cerrar el tercio, que decir de la corruptela
que durante años está presente en las filas populares. En cuanto se produce un
hecho que se sale un poco de lo habitual, empieza a aparecer basura, que
salpica a los gestores de los fondos públicos de los madrileños.
Ud. no diga nada, Sr. Gómez, que cuento lo de Parla.
De verdad que muchas veces pienso cual será el delito que estamos purgando los
españoles, para mantener a tanto trilero trincón.
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