FILOSOFIA POLITICA NACIONALSINDICALISTA
Antes de entrar en profundidad en la Propuesta de
programa político desde un punto de partida nacionalsindicalista, consideramos
necesario realizar una ligera exposición sobre nuestra concepción de aquellos
que estimamos PILARES BASICOS para el desenvolvimiento de la sociedad y por
tanto, de toda política de Estado, porque en ellos basamos nuestra oferta y
para ellos desarrollamos toda nuestra teoría ideológica.
Somos conscientes que estas bases de nuestra propuesta
en lo ideológico, han sido expuestas de forma reiterada a lo largo de la
historia reciente y adjudicadas al nacionalsindicalismo, pero no es menos
cierto que la concepción de ellas en cuanto “historia adjudicada”, ha sido
adulterada y tergiversada constantemente en la mayoría de los casos, cuando no,
bastardeada y manipulada en algunos, para presentarnos como un PARTIDO
TOTALITARIO, en interesada interpretación extensiva y analógica con otros
regímenes nacionalistas que, es cierto que influyeron de forma decisiva en la
estructura del régimen anterior al que de manera torticera presentan como
prototipo del nacionalsindicalismo, del que por supuesto se encontraba a años
luz y en definitiva antagónico con nuestros objetivos.
Para evitar esta asociación que nos es perjudicial,
debemos incidir y ya olvidarnos del tema para siempre, en la interpretación de
las bases de nuestra doctrina con toda claridad.
Por supuesto que hemos temido al llegar a este punto
con la intransigencia de los que piensan que ser creyente significa anclarse en
el pasado y por lo tanto no estar acorde con los tiempos actuales. Respetamos
este pensamiento ahorrándonos calificativos que tampoco deseamos, para los que
entendemos que la presencia de Dios en nuestro quehacer no nos perjudicará ni
coartará en absoluto en la consecución del objetivo revolucionario a alcanzar.
Como todo lo que se expone es únicamente una propuesta o punto de partida que
se puede rebatir y someter a la libre decisión de la mayoría.
EL HOMBRE
Nos reafirmamos en la consideración del HOMBRE como
un conjunto provisto de un cuerpo y un alma inmortal (Puntos iniciales), de
acuerdo con la ética cristiana, como portador de valores eternos y
trascendentes.
Presentamos
esta concepción integral del hombre a sabiendas que contradice las distintas
concepciones del materialismo idealista o burgués o del mal llamado
materialismo científico o marxista. Asumimos por consiguiente esta
contradicción en el sentido filosófico y cristiano, dando por hecho, que no
supone un obstáculo insalvable para el no creyente o el materialista, que
pueden asumir el nacionalsindicalismo como ideología de la praxis social.
Llegando a la conclusión de considerar al hombre
como titular de valores contingentes y temporales.
Por añadidura lo consideramos dotado de la facultad
de razonar, de pensar, de decidir por si mismo sobre condicionamientos, sujeto
de derechos y deberes de diferente entidad según el plano de su origen.
La
revolución nacionalsindicalista, suscribe la Declaración Universal de Derechos
Humanos, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de
diciembre de 1948. Sin olvidarnos que a cada una de sus dimensiones (material y
espiritual) corresponde una escala de valores distinta: unos inmutables e
inconmensurables, como derivados de su cualidad espiritual, otros mudables y
medibles, generados por su relación social.
Los hay imprescriptibles, como los inherentes a su
cualidad trascendente: la libertad, la integridad y la dignidad humana.
Otros son prescriptibles, mudables y medibles y van
en función de su realidad como persona y de su realización social.
Nos queda la conclusión final sobre el
significado del hombre para nosotros,
que la expondremos gustosos en la próxima entrega
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