LA PRESUNCION DE INOCENCIA
La presunción de inocencia es un derecho mediante el cual nadie puede ser tenido como reo de un acto delictivo, hasta que la autoridad judicial correspondiente no dicte sentencia inculpatoria en firme del caso. En tanto y cuanto esto no se produzca, no se podrá imputar un delito a nadie por muy evidente que parezca quien es el autor del mismo.
En España, las cosas funcionan de forma distinta: la presunción de inocencia no se rige en su aplicación por cauces estrictamente legales. Concurren otros factores que modifican el espíritu de la norma.
Si el que delinque es un político, no solo se le aplica la presunción de inocencia sino que además, por recovecos legales, hace que su procesamiento sea casi imposible, ya que esta élite goza de un privilegio llamado aforamiento por el que la vista de sus pleitos es exclusiva del Tribunal Supremo.
En principio puede parecer que el tema no reúne gravedad excesiva: el Tribunal Supremo, en teoría, ya que la práctica ha demostrado lo contrario es el la máxima autoridad del Poder Judicial. El planteamiento sería correcto, si no concurriese la circunstancia de que los magistrados que lo forman son nombrados por los políticos de forma dedocrática, sin atender a unos parámetros mínimos que confirmen las aptitudes y actitudes de los nominados para el desempeño de su cargo.
Si a ello se le añade, que la designación para el puesto de Fiscal General del Estado lo hace el Partido que esté en el poder, los leguleyos llamados jueces no son libres de aplicar la Ley sin presiones mediáticas que pueden inducirlos a la prevaricación.
Trincones y depredadores se han dado cita en el mundo de la política con el objetivo primordial de hacerse millonarios por cuenta de los caudales públicos de los que en teoría debían ser sus custodios. Han prevaricado, han robado, han estafado y han hecho del territorio confiado para su buena administración su cortijo privado. No existe lupanar sin visitar, ni barragana de lujo sin beneficiar. Restaurantes de alto copete y exquisitos manjares han colmado el apetito de sus delicados paladares.
Soberbias mansiones y coches de alta gama, constatan el faraónico modo de vivir de estos desaprensivos.
Y lo que es más importante: la fechoría no la han consumado ellos por sí solos. Para facilitar la tarea, se han rodeado de una serie de adláteres que los han ayudado previo generoso pago por sus servicios, al esquilme de las arcas públicas.
Por todos es conocido el hecho de lo que ocurre cuando alguno de estos desvergonzados es descubierto y puesto a disposición de la justicia. En la mayoría de los casos, ha pagado como único inculpado un testaferro que se ha comido el marrón, sin que aparezcan otros responsables por algún pacto mafioso de silencio. Como por ejemplo el Caso Malaya.
En otros, lo jueces nombrados por ellos mismos, no han admitido siquiera a trámite casos de enriquecimiento ilícito tan palpable como el del Sr. Bono.
O bien, como la protección del aforado es la responsable de dilatar el trámite en el tiempo, hasta que el mismo caiga en el olvido, caso del campeón llamado Pepiño.
Y como guinda de los despropósitos nos queda el caso de los ERES en Andalucía, aunque en la provincia de Sevilla no parece que se vean perjudicados a tenor de los resultados de las últimas elecciones, en un caso típico de Síndrome de Estocolmo. El escándalo del Faisán, en el que los verdaderos culpables se van a ir de rositas. Y por último paradigma de ignominia sin precedentes, la falsificación de pruebas en el tristemente episodio del 11M.
Hasta integrantes de la institución próxima a desaparecer conocida por monarquía, son igualmente presuntos procesados por el delito de golfería continua.
En todo lo referido se encuentra la figura del PRESUNTO, que dista mucho de parecerse a la de otros, teóricamente presuntos, sobre los que, inexorablemente caerá el peso de la Ley.
Presuntas víctimas del consumismo hedonista, que se ven imposibilitados de hacer frente a desmesuradas hipotecas y son acosados por las entidades financieras que los apremian a restablecer la situación so pena de ver como pierden el bien y por añadidura siguen endeudados de por vida.
Presuntos afectados por la llamada letra pequeña de los contratos de créditos en los que se legalizan presuntas estafas de usura con intereses por demora que sobrepasan el 30%.
Para este sector de ciudadanos la presunción es de culpabilidad. El acoso continúo a través de las formas de extorsión más variadas con llamadas telefónicas que causan la zozobra de toda la familia. Cartas certificadas. Autos de resolución de los Juzgados anunciando embargos y expropiaciones. Y la puesta en conocimiento a los centros de trabajo de la morosidad de los infractores.
Ante esta situación, no es mucho pedir una justicia que sea la defensora de los derechos y garante del trato igualitario para todos. Según la Constitución, los españoles somos iguales ante la ley. Lo que sucede es que unos son más iguales que otros.
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martes, 29 de noviembre de 2011
martes, 22 de noviembre de 2011
SIGUIENDO CON NARCISO
ALGUNAS FRUSTRACIONES
Me voy a permitir seguir escribiendo sobre Narciso Perales, en la creencia que todo cuanto se comente de este hombre y falangista simpar, a buen seguro servirá para ampliar la cultura nacionalsindicalista.
Hace unos días, le comenté a un camarada que escribía en un foro sobre Narciso que este, hacía tiempo que había dejado de creer en el futuro de la Falange. Habida cuenta de los desengaños sufridos a lo largo del tiempo.
No hay más que recordar su tremendo dolor por el fusilamiento del camarada Juan Domínguez, por los sucesos acaecidos en la explanada asturiana de Covadonga. Narciso imploró justicia para nuestro camarada. Mas todo fue imposible: Franco permaneció inflexible y un pelotón de ejecución segó la vida de un falangista valiente y honrado.
Narciso una vez consumado el asesinato dio por sentado que no podía seguir ni un minuto más colaborando con un Régimen que mataba falangistas. Motivo por el cual, presentó su dimisión como Gobernador Civil de León. Se da la circunstancia de que fue el único cargo público del franquismo que no recibió al motorista habitual con el aviso de cese para el destinatario de la misiva. Años más tarde en la conmemoración anual del aniversario de la fundación de la Falange de José Antonio, que se representaba con todo el boato habitual y al que asiduamente presidía el General, Narciso acompañado por otros camaradas incorruptibles se las traía tiesas en los aledaños del Teatro de la Comedia, con las fuerzas del orden público.
Franco al ruido de las voces provocadas por el hostigamiento de los falangistas, preguntaba quién era el responsable del alboroto y al saber que se trataba del Dr. Perales, decía: “Dejadle, que está loco.” Ya, ya loco….
Como era de naturaleza inquieta, en compañía de Ceferino Maeztu y otros camaradas, fundó el FSR que era la propuesta revolucionaria del nacionalsindicalismo auténtico frente al inmovilismo oficial del Régimen que solo asumía de la Falange el sentido folklórico, es decir, camisas, banderas y himnos.
La aventura sindicalista terminó como casi siempre: con discusiones entre sus integrantes.
Muerto Franco, tuvo lugar la intentona del Palacio de Congresos lugar en donde se iba a producir la unidad de todos los falangistas. Narciso Perales que conocía de sobra a los promotores declinó personarse en el evento. Todo el mundo sabe cómo acabó el acontecimiento.
Todo ello fue minando la ilusión de Narciso por recuperar la Falange tal y como la concibió José Antonio: un movimiento revolucionario que fuera capaz de cambiar los estamentos sociales de una nación, dentro de una democracia comunal y natural.
Narciso no volvió a vestir la camisa azul, porque no estaba a dispuesto a portar la misma prenda de los que estaban usurpando el sagrado nombre de la Falange.
Y así llegamos al nacimiento de su último intento para ofrecer una Falange nueva y renovada al servicio de los españoles. El análisis de este episodio lo dejo para la próxima vez
ALGUNAS FRUSTRACIONES
Me voy a permitir seguir escribiendo sobre Narciso Perales, en la creencia que todo cuanto se comente de este hombre y falangista simpar, a buen seguro servirá para ampliar la cultura nacionalsindicalista.
Hace unos días, le comenté a un camarada que escribía en un foro sobre Narciso que este, hacía tiempo que había dejado de creer en el futuro de la Falange. Habida cuenta de los desengaños sufridos a lo largo del tiempo.
No hay más que recordar su tremendo dolor por el fusilamiento del camarada Juan Domínguez, por los sucesos acaecidos en la explanada asturiana de Covadonga. Narciso imploró justicia para nuestro camarada. Mas todo fue imposible: Franco permaneció inflexible y un pelotón de ejecución segó la vida de un falangista valiente y honrado.
Narciso una vez consumado el asesinato dio por sentado que no podía seguir ni un minuto más colaborando con un Régimen que mataba falangistas. Motivo por el cual, presentó su dimisión como Gobernador Civil de León. Se da la circunstancia de que fue el único cargo público del franquismo que no recibió al motorista habitual con el aviso de cese para el destinatario de la misiva. Años más tarde en la conmemoración anual del aniversario de la fundación de la Falange de José Antonio, que se representaba con todo el boato habitual y al que asiduamente presidía el General, Narciso acompañado por otros camaradas incorruptibles se las traía tiesas en los aledaños del Teatro de la Comedia, con las fuerzas del orden público.
Franco al ruido de las voces provocadas por el hostigamiento de los falangistas, preguntaba quién era el responsable del alboroto y al saber que se trataba del Dr. Perales, decía: “Dejadle, que está loco.” Ya, ya loco….
Como era de naturaleza inquieta, en compañía de Ceferino Maeztu y otros camaradas, fundó el FSR que era la propuesta revolucionaria del nacionalsindicalismo auténtico frente al inmovilismo oficial del Régimen que solo asumía de la Falange el sentido folklórico, es decir, camisas, banderas y himnos.
La aventura sindicalista terminó como casi siempre: con discusiones entre sus integrantes.
Muerto Franco, tuvo lugar la intentona del Palacio de Congresos lugar en donde se iba a producir la unidad de todos los falangistas. Narciso Perales que conocía de sobra a los promotores declinó personarse en el evento. Todo el mundo sabe cómo acabó el acontecimiento.
Todo ello fue minando la ilusión de Narciso por recuperar la Falange tal y como la concibió José Antonio: un movimiento revolucionario que fuera capaz de cambiar los estamentos sociales de una nación, dentro de una democracia comunal y natural.
Narciso no volvió a vestir la camisa azul, porque no estaba a dispuesto a portar la misma prenda de los que estaban usurpando el sagrado nombre de la Falange.
Y así llegamos al nacimiento de su último intento para ofrecer una Falange nueva y renovada al servicio de los españoles. El análisis de este episodio lo dejo para la próxima vez
martes, 15 de noviembre de 2011
Jueves en la Casa de Socorro
NOCHE DE LOS JUEVES EN LA CASA DE SOCORRO
A los que hemos tenido la fortuna de poder asistir a las tertulias falangistas que se formaban los jueves por la noche, en la Casa de Socorro del Distrito de La Latina, a unos metros de la Basílica de San Francisco en el Madrid de los Austrias, no se nos podrán olvidar las clases magistrales que sobre la ciencia política impartía el irrepetible Narciso Perales a todos los falangistas que nos encontrábamos presentes. Puedo asegurar que lo que aprendí escuchando a nuestro maestro y camarada, me ha servido para tener un amplio conocimiento sobre las distintas ideologías y poder mantener una controversia sobre cualquiera de ellas.
En un amplio y destartalado despacho, el Doctor, vistiendo su bata blanca, desgranaba todos los temas que allí se suscitaban tanto los que se referían a la actualidad política de aquellos años de la llamada transición a la partitocracia, como otros de carácter histórico que de manera aleatoria planteaba cualquiera de los asistentes.
Eran los tiempos en los que la UCD de Adolfo Suárez gobernaba en España y en los que se redactó la Constitución que después de ser aprobada en referéndum continúa vigente en la actualidad.
Recuerdo que en la Auténtica nos encontrábamos con un serio problema: por una parte, nuestra valoración del texto constitucional una vez analizado por Narciso artículo por artículo, no podía ser más negativa. Este advertía –y el tiempo le daría la razón- que aquella Constitución acabaría con la unidad de España. Pero se daba el caso de que Falange Española de las JONS, también se disponía a propugnar el voto negativo. Así que como solución se adoptó la fórmula de la abstención activa.
Narciso tenía enfilados a un grupo de personajes por los que sentía una gran inquina y eran los siguientes: En primer lugar, Juan Carlos de Borbón, al que llamaba D. Juanito. Contaba y no paraba de las “hazañas” del regalito que habíamos heredado de Franco. Consideraba a Suárez corresponsable de las desgracias patrias. A Landelino Lavilla al que le agregaba el “de” entre el nombre y el apellido. A Marcelino Camacho, que conocía de los inicios de Comisiones Obreras y al que propuso debatir en innumerables ocasiones sin conseguir su consentimiento al respecto. Marcelinín, como le denominaba, huía del Doctor como perro que lleva la sarna. Al viejo profesor Tierno Galván, del que decía “Yerra pero no calla”. Y por último he dejado a Martín Villa, por el que sentía un odio feroz que no podía disimular.
Uno de sus temas preferidos era el de la revolución rusa. Desde sus orígenes hasta su implantación como régimen dictatorial, pasando por la traición a Kerenski y continuando con Stalin y el destierro de Trotsky, del que aseguraba que era aún más cruel que Stalin. Resultaba curioso escuchar como en sus referencias tanto a Lenin como a Stalin, empleaba el acento en la última sílaba; costumbre, que yo mismo adopté y que empleo siempre que aludo a estos elementos.
Podía extenderme en narrar multitud de experiencias y anécdotas que tuve la suerte de vivir en primera persona con mi admirado maestro. Pero entiendo que este cometido lo tendría que administrar en varias dosis y siempre y cuando, los que tengáis la amabilidad de entrar en este blog, me lo pidáis. Gustoso atenderé las indicaciones al respecto.
No obstante hay un hecho que me gustaría comentar: Narciso, mantuvo correspondencia durante muchos años con el líder anarquista Diego Abad de Santillán y siempre que recibía carta del viejo libertario, nos daba a conocer lo que él creía conveniente de ella.
En cierta ocasión, el falangista le comentaba a su antiguo adversario, que después de tantos años, le habían dejado solo. Diego, contestó lo siguiente: “Yo también estoy solo. Pero no hay hombre más fuerte, que aquel que está solo.”
Por último quiero detenerme en un hecho que me gustaría sirviera como ejemplo para todos aquellos que se afanan en luchas intestinas que a nada conducen. Siempre que salía a colación el tema de las noches de abril de 37 en Salamanca, Narciso, lejos de señalar culpables o hablar de sus camaradas desviaba la conversación yéndose de inmediato a contar como Bakunin fue traicionado por Marx en el Congreso de La Haya.
Desde aquí mi recuerdo a muchos camaradas que participaron de estas veladas y a los que les guardo un profundo afecto. Rafael Sánchez Plaza, Pilar de las Heras, Antonio Jareño, Alfonso y Mari Bel, Jesús Cabrera, Román Gómez Curiel, Luis Susaeta, y otros que harían la lista interminable. A los que Dios los mantiene en este mundo mi Arriba España. A los que se fueron a formar guardia en los luceros ¡Presentes!
A los que hemos tenido la fortuna de poder asistir a las tertulias falangistas que se formaban los jueves por la noche, en la Casa de Socorro del Distrito de La Latina, a unos metros de la Basílica de San Francisco en el Madrid de los Austrias, no se nos podrán olvidar las clases magistrales que sobre la ciencia política impartía el irrepetible Narciso Perales a todos los falangistas que nos encontrábamos presentes. Puedo asegurar que lo que aprendí escuchando a nuestro maestro y camarada, me ha servido para tener un amplio conocimiento sobre las distintas ideologías y poder mantener una controversia sobre cualquiera de ellas.
En un amplio y destartalado despacho, el Doctor, vistiendo su bata blanca, desgranaba todos los temas que allí se suscitaban tanto los que se referían a la actualidad política de aquellos años de la llamada transición a la partitocracia, como otros de carácter histórico que de manera aleatoria planteaba cualquiera de los asistentes.
Eran los tiempos en los que la UCD de Adolfo Suárez gobernaba en España y en los que se redactó la Constitución que después de ser aprobada en referéndum continúa vigente en la actualidad.
Recuerdo que en la Auténtica nos encontrábamos con un serio problema: por una parte, nuestra valoración del texto constitucional una vez analizado por Narciso artículo por artículo, no podía ser más negativa. Este advertía –y el tiempo le daría la razón- que aquella Constitución acabaría con la unidad de España. Pero se daba el caso de que Falange Española de las JONS, también se disponía a propugnar el voto negativo. Así que como solución se adoptó la fórmula de la abstención activa.
Narciso tenía enfilados a un grupo de personajes por los que sentía una gran inquina y eran los siguientes: En primer lugar, Juan Carlos de Borbón, al que llamaba D. Juanito. Contaba y no paraba de las “hazañas” del regalito que habíamos heredado de Franco. Consideraba a Suárez corresponsable de las desgracias patrias. A Landelino Lavilla al que le agregaba el “de” entre el nombre y el apellido. A Marcelino Camacho, que conocía de los inicios de Comisiones Obreras y al que propuso debatir en innumerables ocasiones sin conseguir su consentimiento al respecto. Marcelinín, como le denominaba, huía del Doctor como perro que lleva la sarna. Al viejo profesor Tierno Galván, del que decía “Yerra pero no calla”. Y por último he dejado a Martín Villa, por el que sentía un odio feroz que no podía disimular.
Uno de sus temas preferidos era el de la revolución rusa. Desde sus orígenes hasta su implantación como régimen dictatorial, pasando por la traición a Kerenski y continuando con Stalin y el destierro de Trotsky, del que aseguraba que era aún más cruel que Stalin. Resultaba curioso escuchar como en sus referencias tanto a Lenin como a Stalin, empleaba el acento en la última sílaba; costumbre, que yo mismo adopté y que empleo siempre que aludo a estos elementos.
Podía extenderme en narrar multitud de experiencias y anécdotas que tuve la suerte de vivir en primera persona con mi admirado maestro. Pero entiendo que este cometido lo tendría que administrar en varias dosis y siempre y cuando, los que tengáis la amabilidad de entrar en este blog, me lo pidáis. Gustoso atenderé las indicaciones al respecto.
No obstante hay un hecho que me gustaría comentar: Narciso, mantuvo correspondencia durante muchos años con el líder anarquista Diego Abad de Santillán y siempre que recibía carta del viejo libertario, nos daba a conocer lo que él creía conveniente de ella.
En cierta ocasión, el falangista le comentaba a su antiguo adversario, que después de tantos años, le habían dejado solo. Diego, contestó lo siguiente: “Yo también estoy solo. Pero no hay hombre más fuerte, que aquel que está solo.”
Por último quiero detenerme en un hecho que me gustaría sirviera como ejemplo para todos aquellos que se afanan en luchas intestinas que a nada conducen. Siempre que salía a colación el tema de las noches de abril de 37 en Salamanca, Narciso, lejos de señalar culpables o hablar de sus camaradas desviaba la conversación yéndose de inmediato a contar como Bakunin fue traicionado por Marx en el Congreso de La Haya.
Desde aquí mi recuerdo a muchos camaradas que participaron de estas veladas y a los que les guardo un profundo afecto. Rafael Sánchez Plaza, Pilar de las Heras, Antonio Jareño, Alfonso y Mari Bel, Jesús Cabrera, Román Gómez Curiel, Luis Susaeta, y otros que harían la lista interminable. A los que Dios los mantiene en este mundo mi Arriba España. A los que se fueron a formar guardia en los luceros ¡Presentes!
viernes, 11 de noviembre de 2011
Dos fuerzas diferentes
DOS FUERZAS DIFERENTES
Existen dos clases de fuerza: la fuerza de la razón
y la razón de la fuerza. Parece mentira que con solo cambiar el orden de las
palabras que conforman la frase, varíe drásticamente el significado de la
misma.
Entiendo por fuerza de la razón, aquella que
mediante un planteamiento lógico y racional de un tema concreto, se somete este
al análisis y discusión con los demás y por último se llega a un mutuo acuerdo,
que será más fácil de alcanzar si ambas partes no pretenden poseer la verdad
absoluta.
Es humano y hasta cierto punto lógico que alguna vez
creamos tener el suficiente conocimiento del origen y desarrollo de las cosas
que nos legitime como los únicos dueños de su interpretación y significado.
Al caer en este error, las personas que así se
comporten, están menoscabando el buen criterio y la sapiencia de otras, por el
simple hecho de no coincidir totalmente con su criterio por muy respetable que
este sea.
La cuestión se resolverá felizmente si el error se
corrige con el planteamiento lógico y racional antes referido. La culminación
del encuentro final será el triunfo de la fuerza de la razón.
En las antípodas del comportamiento descrito, se
encuentra lo que considero como la razón de la fuerza, que al contrario del criterio
anterior y sin ánimo de rectificar, sirve como referencia los que adoptan
posiciones de extrema intransigencia sin importarles la opinión de los demás.
Opción que por las buenas estaría condenada al
fracaso. Pero que se convierte casi en infalible si los que la ejercen apelan a
la violencia física o moral para la consecución de sus propósitos. El
mantenimiento de este orden, el sometimiento de los demás merced a posiciones
dominantes que hace crecer a medianías sin cerebro, lo conceptúo como la razón
de la fuerza.
Si trasladamos las premisas expuestas al terreno de
la ciencia política, nos encontraremos con que, salvo en raras excepciones, las
actuaciones de los Partidos Políticos, van más en concordancia con el segundo
de los supuestos. Sea cual fuere la ideología que dicen representar tanto los
llamados de derechas como los que se autodenominan pomposamente de izquierdas,
desarrollan una praxis de sometimiento al adversario en la que no se contempla
el rectificar o admitir crítica alguna.
Ellos poseen la llave de abrir o cerrar la puerta de
pequeños grupos por el hecho de que estos propugnen sistemas políticos que no están tipificados
en los parámetros conocidos.
Grupos humanos con los que el someter a debate
aspectos de ideología y estrategia debería suponer un ejercicio de democracia y
flexibilidad por parte de los poderosos. Un poco de esta medicina quizá
serviría para encontrar un camino de salida al caos reinante.
El hombre, la persona humana, no tiene más remedio
de prepararse para un cambio profundo en su modo de vida. El actual sistema no
da para más. Quienes esperen que el 21N se inicia un cambio en profundidad en
los estamentos sociales de la nación, el tiempo juez inapelable los sacará
pronto de su error.
En tanto y cuanto, que los que tenemos algo distinto
que ofrecer, esperaremos con paciencia y espero con las ideas claras a que el
momento propicio que considero próximo, la buena gente llame a nuestra puerta
para interesarse por lo nuevo que podamos plantear. Seguro que será mucho.
martes, 8 de noviembre de 2011
NUNCA MAS
NUNCA MÁS
El hedonismo es uno de los gérmenes más destructivos
que de forma sibilina incide en la conducta de los hombres.
La sociedad española embaucada por un afán desmedido
de falso bienestar, profesa el culto al lujo y al placer corrosivo, que la ha conducido
al gregarismo, convirtiéndola en esclava de las cosas.
El hombre ya no es dueño de las cosas, estas lo
poseen a él. Lo que en principio se tomó como una etapa de bonanza económica
que invitaba al consumismo irracional, al derroche y a la opulencia, el tiempo
juez sabio, lo ha devuelto a la cruda realidad y aquellas prendas de marcas
caras, que paseaba por los restaurantes
de lujo, hoy las viste para acudir a Cáritas, lugar en que la caridad cristiana
le alivia el hambre con un plato de comida.
Durante mucho tiempo, el trabajo, medio de
realización del hombre en sociedad, ha servido como excusa para el
enfrentamiento interesado entre compañeros con similar ocupación, que ha suprimido
la consecución de los objetivos conjuntos y la ha sustituido por otros de
carácter individual, que ha mermado los resultados de forma cuantitativa y
cualitativa.
La insidia, la murmuración y la crítica destructiva,
han sido compañeras de viaje de ambiciosos sin escrúpulos, que las han
utilizado como arma arrojadiza contra todo aquel que consideren pueda
convertirse en rival potencial para el logro sus propósitos.
Este modelo de conducta ha hecho que los españoles
convivan en una sociedad enferma, mediocre e insolidaria. Ejecutivos agresivos
que anteponen familia y principios en aras a conseguir acaparar más riqueza. Ya
no existe la cultura de la olla; la presencia de la familia al completo,
reunida alrededor de una mesa, con el recipiente indicado en medio y unos de
los progenitores repartiendo la comida a toda la prole. Era el momento de los
comentarios y las confidencias, al calor del cariño y respeto que esta unidad
natural de convivencia lleva aparejado.
El hombre persona como el nacionalsindicalismo lo
concibe, debe revisar su escala de valores, entendiendo al trabajo como un
medio para el disfrute de una vida libre y digna. Es necesario desterrar el
consumismo irracional y renunciar a un modelo capitalista, que por medio de la
corrupción nos ha llevado a la ruina económica.
Por medio del
hermanamiento y la convivencia comunal y solidaria, España podrá acometer la
empresa de regeneración moral y ética absolutamente necesaria para emprender un
nuevo camino que la devuelva a sus orígenes de los que nos sentimos orgullosos
viernes, 4 de noviembre de 2011
IDEOLOGIA Y ESTRATEGIA
Según una norma básica de la infantería, durante una
batalla, el soldado en la trinchera, tiene que resolver de forma rápida y
eficiente el siguiente paso a dar para acercarse o culminar la misión
encomendada.
A tal efecto deberá plantearse las siguientes
preguntas: ¿A dónde? ¿Por dónde? ¿Cómo? Y ¿Cuándo?
Solo si la elección es la adecuada la empresa tendrá
éxito. Cualquier fallo en la estrategia a seguir, significará la mas que
probable baja del combatiente y la pérdida de una posición consolidada
Al hilo de lo expuesto, me voy a referir al
magnífico trabajo realizado por los camaradas de Falange Española de las Jons,
con la propuesta de un modelo de sociedad diferente a todos los existentes en
la política no solo de España sino del mundo.
Estoy total y absolutamente de acuerdo con las
medidas para la regeneración moral de la vida política en concordancia con
nuestra ideología, presentando al hombre persona como eje del sistema.
Siguiendo por una serie de reformas en todos los ámbitos, encaminadas a la consecución
de una España mas justa. La filosofía de las propuestas es ortodoxa y como
falangista, solo leerlas, me llena de
satisfacción y orgullo.
La propuesta aclara por si sola la primera pregunta
del infante: ¿A dónde? El programa está dirigido a todas aquellas personas sin
excepción, que están desengañados de la podredumbre y farsa de la partitocracia
y no encuentran por mas que la busquen, una alternativa de gobierno que
satisfaga sus necesidades. No solo las económicas, que también, sino las
encaminadas a devolver a los españoles la libertad acompañada por la
inseparable dignidad y por supuesto, de la justicia social.
El problema se suscita, al intentar despejar las
otras incógnitas: ¿Por dónde? ¿Cómo? Y ¿Cuándo? Que solo será factible si se
sigue una buena estrategia; aquella que
sirve de complemento indispensable para que lo que se da a conocer no caiga en
terreno baldío, por no contar con los propagadores suficientes.
Una minoría exigua, por muy preparada doctrinalmente
que esté, no es suficiente para extender y hacer comprender la bondad y validez
de nuestros planteamientos. Podemos tener los mejores oradores. Camaradas con
un verbo fluido, preparados para hablar en público y no defraudar al auditorio.
Pero existe un inconveniente: en la actualidad nadie es capaz de preparar ese
auditorio. Es mas, algunos se dedicarán a desprestigiar y a boicotear cualquier
comparecencia pública, por no dar su brazo a torcer en un ejercicio de soberbia
y de anteponer el interés de la Falange en general al suyo en particular.
El ¿Cómo? Es otra faceta a analizar. Los grupos falangistas existentes no reúnen uno a uno los
medios económicos y humanos suficientes para organizar actos a los que asistan
un número aceptable de personas. Que despierten la curiosidad de los que no son
falangistas, pero que se animen ante la masiva asistencia al evento. Por decirlo
de otra manera, aplicar la táctica de Queipo de Llano en Sevilla. Que pena la
desunión, pero es inútil insistir en hierro frío.
Por último a la pregunta de ¿Cuándo? Soy consciente,
que mi criterio al respecto puede ser difícil de entender. Dada la proximidad
de las elecciones, resulta casi imposible el tratar de que la propuesta sea
tenida en cuenta por el españolito de a pie. ¿Quién se la va a explicar? Me
temo que muy pocos. Circunstancia que no debe de causar desánimo ni
frustración. Todo lo contrario: los falangistas en este caso, han demostrado
que son capaces de plasmar por escrito un proyecto atractivo y digno. Ese es el
camino a seguir. Recordar que el agua es infinitamente mas blanda que la roca.
Pero su persistente labor de desgaste originada por su recorrido sobre ella,
terminará por desgastarla y destruirla.
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