SOLO UN DESTINO COHERENTE: LA CARCEL
Es indignante como a través de la mayoría de los
medios de comunicación y por supuesto de los Foros de Internet, la información
en cascada sobre las golfadas cometidas por aquellos que nos miraban por encima
del hombro perdonándonos la vida, o por los que se han “sacrificado” durante años
coordinando desde el poder la estrategia de las estafas, aún tienen la
desfachatez de señalarnos como culpables de la situación por haber vivido por
encima de nuestras posibilidades. ¡Si seréis
golfos! Si no, decidme quienes empujaron
al pueblo al hedonismo mas salvaje.
Quienes consentían realizar aquellas tasaciones
sobrevaloradas para ejercer la tiranía de la hipoteca con la espada de Damocles
sobre la cabeza del hipotecado
Quienes en complicidad con ayuntamientos corruptos
especulaban con la venta del suelo urbano. Y quienes, en este caso, se lucraban
con comisiones multimillonarias.
Quienes han puesto sordina en casos como el de la
gasolinera del ínclito Pepiño.
Quienes han controlado a la cúpula de las entidades
bancarias para que sus directivos se retiren a disfrutar de sus fechorías a
lugares paradisiacos a costa de indemnizaciones que con solo mirar su importe
causa escalofríos
Quienes estaban de acuerdo con la falsificación de
documentos en donde las pérdidas se anotaban como ganancias.
Quienes apoyaban la construcción de aeropuertos sin
pasajeros Aves sin viajeros y autopistas sin coches, para hacerse con la
mordida correspondiente
Y quien es el responsable de que faltando a sus
promesas electorales, no ha solucionado el problema de la territorialidad,
(Autonomías) el de las televisiones publicas, el de las subvenciones a partidos
políticos, sindicatos y patronal, el de la duplicidad en funciones de
Ayuntamientos cuyos pueblos los separa una calle.
Y mientras el responsable de todo esto, nos dice que
las medidas de ajuste son impopulares pero necesarias.
Con mayoría absoluta es incapaz de reorganizar el
Tribunal Constitucional dejando que sean los jueces los que elijan al poder
judicial.
Y para colofón, el escándalo de Gibraltar. Y que
conste que algún insensato pide la presencia del ejército. Que por cierto tendría
que acudir provisto de sus propias provisiones, por tener que pagarse la mitad
del rancho
Y en este día y a estas horas, todavía ningún
indeseable de los antes descritos haya ingresado en su único destino coherente:
la cárcel