LOS PUEBLOS DE LA AUTENTICA
Con el permiso de los que tenéis la amabilidad de
asomaros a este blog, me voy a tomar la licencia de soslayar los muchos
problemas que nos acucian, para aprovechar y contar cosas de nuestra Auténtica.
Hecho, este, que dicho sea de paso me produce una gran satisfacción.
Para los que no hayan tenido la oportunidad de vivir
aquellos tiempos “transitorios” les extrañará que la Jefatura Provincial de
Madrid, con local incluido, estuviese formada por un buen número de Juntas
Locales que en lenguaje coloquial se les conocía como “Pueblos”.
Al frente de estas juntas locales se encontraba el
entrañable Aurelio Suárez, que a base de broncas quería establecer un mínimo de
orden en aquella viña sin vallado.
Con ese propósito, Aurelio, celebraba reuniones
semanales con los representantes de los pueblos. Me parece estar viéndolo,
sentado, con un pantalón de pana, con una especie de manta echada sobre los
hombros que le aliviara del frío. Junto a él su inseparable José Manuel, al que
Aurelio le llamaba “Pata chula”
Muchos y variados eran los temas que en aquellas
reuniones se trataban, pero el estelar,
sin duda, era el económico. Es decir, las deudas contraídas y acumuladas por
los distintos pueblos en concepto de material de propaganda que era el
verdadero caballo de batalla. Uno, (Aurelio), por cobrar y otros (Todos los demás,
por no pagar) El caso es que con las consabidas dificultades se iba saliendo
adelante y la Auténtica parecía imparable.
Que me perdonen los que involuntariamente omita, o
mejor: que en el próximo artículo, dedicado a este tema, me obliguen a
rectificar.
Como diría el maestro Narciso, veamos: En Colmenar
Viejo estaba el camarada José Luis, que andaba empeñado en promover una
cooperativa de leche.
En Arganda del Rey, el camarada Dionisio, mano a
mano con su mujer, tenían una local que no bajaba de 50 militantes con la
correspondiente sede.
Siguiendo un orden mas o menos geográfico, nos
encontramos con el feudo del incomparable Alberto Rivera de los Arcos, que era
el virrey de Torrejón de Ardoz. Sobrepasaba el número de 100 militantes.
Alberto Rivera, atendía a los que acudían con problemas laborales.
Un poco mas allá, en Alcalá de Henares, el camarada Félix,
estaba al frente de una local que superaba los 100 militantes.
Entrando en Madrid cinturón rojo del sur, estaba la
local de Alcorcón, que con mucho trabajo el Camarada Jesús, trataba por todos
los medios de subsistir sin tener que abandonar la sede.
De Getafe, se me hace muy difícil escribir, porque
fueron mis inicios en la Auténtica, El Jefe local era el camarada Justo Vidal
(un fenómeno) y lo acompañábamos un grupo, entonces joven que trabajamos a
destajo por la Auténtica y la Falange. Pido disculpas por no pasar a enumerar
los componentes del grupo, porque alguno se quedaría atrás, y yo me sentiría
como un majadero. Os recuerdo a todos. Incluso sindicalizando “churreras” en
distintos sitios. Ojalá que el destino nos vuelva a unir.
De la última local que tengo recuerdo es de
Aranjuez, en donde su responsable Antonio (me parece) andaba acosado por las
fuerzas “democráticas”
Esa era la estructura de los pueblos de Madrid.
Brindo por todos ellos. Pero no brindo, por aquellos que fueron responsables de
su desaparición,
Román, no me olvido de ti: sustituyó a Aurelio y era
y supongo que será un falangista íntegro dispuesto a asaltar, si es preciso
cualquier ministerio. Cuídate.
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