A QUE JUGAMOS
La maldición que sufre la Falange sigue
manifestándose de manera sistemática sin que la experiencia de los que llevamos
algunos años en activo, sirva en mi caso mas que para llevarme desilusión tras
desilusión. Y es que no tengo remedio: me enseñan el trapo desde lejos y allá
que acudo pensando que esta, si; “Mari, la cosa va en serio” Mi mujer me mira
con cara comprensiva y me dice “vale, muy bien. Ya me iras diciendo” Como es
notorio en poco mas de cuarenta y ocho horas, el intento se ha ido al garete. Lo
que mas me molesta, es que con los años que voy teniendo, algunos camaradas
confunden ansiedad con paranoia y huyen de mi como de perro que lleva la sarna.
Y mira que al repasar los foros, digamos “Azules”,
compruebo la fidelidad cuasi rayando en la adoración por José Antonio, al cual
he visto de muchas y variadas poses. Parece esto el bar de Pepe el de
Despeñaperros, al que solo le falta que lo vista de torero pegado a una
botella. Aunque la idea se aproxima cuando me lo ponen agarrado a una bandera.
Pura tauromaquia.
A continuación, viene el recuerdo y aparece una
retahíla de invocaciones, poesías, y
lamentos por su ausencia que me vais a perdonan causa hilaridad entre nuestros
queridos digamos adversarios. La foto con las manos puestas en gesto de rabia,
rn un acto, la he visto por docenas,
Y ahí se va terminando todo. Los hay que permanecen
en su torre de marfil y cuando ven que te vas a dar un revolcón morrocotudo, te
echan una mirada de misericordia en tanto comentan con alguno que alcance su
gran capacidad lo ingenuo que soy “Que esto no tiene remedio” y siguen hablando
de lo mal que lo esta haciendo el gobierno.
Pero hasta aquí hemos llegado y hemos llegado hasta
aquí. Y empeño mi palabra que no intervendré en ningún proyecto de organizar
algo por el simple capricho de querer sacar a España del abismo. Valiente
osadía.
Si alguien quiere algo de mi ahí esta mi correo y mi
muro., a ver si el de arriba no tiene prisa en situarme en los luceros y puedo
seguir poniendo negro sobre blanco mis pensamientos.
Pero como le digo a un camarada. Los que pensamos
así necesitamos una Centuria de camaradas dispuestos a aportar su trabajo sin
importarles las hora y a ver que pasaba. No, no estoy loco. No mas que otros
No hay comentarios:
Publicar un comentario