¿ESTAMOS SEGURO DE LO QUE SE NOS VIENE ENCIMA?
Estoy notando una actitud en los españoles que no sé
cómo denominar. Con la que tenemos en lo alto y la mayoría caen en el engaño que
les tienden, en el sentido de que se preocupen por problemas que aunque sí lo
son, pero de menos gravedad y urgencia y obvien la mano negra que se cierne
sobre nosotros empleando la táctica del avestruz, que ante el peligro esconde
la cabeza bajo tierra como si no pasase nada.
Y ya lo creo que pasa. Lo de Chipre dígase lo que se
quiera, aparte de no ser un caso cerrado, es una clara advertencia de lo que
nos puede pasar a los países mediterráneos, objetivo permanente de los poderosos
de la Europa de mercaderes y prestamistas.
Aquí parece que nadie quiera darse cuenta que el
alto indicador de la prima de riesgo desde hace ya muchos meses, por hablar de
ella como de pasada, no evita que los intereses a pagar a los “diteros”
europeos, no podrán ser asumidos en un futuro mas bien corto y caerá sobre
nosotros el rescate y con ello la pérdida total de nuestra autonomía como país.
Que sec enteren los pensionistas que de un momento a
otro estos malnacidos van a presentar como indispensable el reducir las
pensiones en sus mensualidades y después
eliminar las pagas extraordinarias.
Mientras tanto a diario se descubren mas y mas casos
de corrupción por parte de los que han estado cerca del trinque y después de individualizar
todo lo que fuese necesario para aproparse de nuestro dinero, ahora pretenden
socializar las pérdidas pero siempre a costa del maltratado pueblo.
Basta ya, impresentables chorizos de abusar de la
inanición de un pueblo que sigue en sus trece de que el sistema es maravilloso.
Y en verdad que lo es, para una élite de políticos y de los llamados
conseguidores que eran como los representantes de los futbolistas, yo te dóy y
a cambio me quedo algo entre las uñas.
Estamos en bancarrota y nadie alza la voz para
denunciarlo, dejando la protesta de la calle para que los llamados sindicatos,
que también tienen lo suyo, organicen algaradas para su propio beneficio. Y que
os quede clara una cosa, compañeros pensionistas, tenemos que arrinconar
nuestros achaques y salir a la calle, hasta conseguir que se vayan, pero que se
vayan todos.
Tranquilito, no va a tocar el ya cansino tema de
eliminar los gastos superfluos de las administraciones públicas y cuando vengan
los prestamistas a cobrar, los intentará pagar con el dinero de la clase media.
Después maldita sea su estampa, dimitirá y se irá a su casa o quizás al retiro
que la logia le tiene preparado