ESPAÑA NECESITA UNA CENTURIA QUE ACUDA EN SU
SALVACION
Según informan los medios de comunicación, el PNV ha
decidido no efectuar un pacto permanente de legislatura con ninguna otra
formación política y se dispone a gobernar con mayoría simple pero holgada.
Esta decisión tiene varias lecturas, pero existe una
que nos da un poco de tranquilidad relativa: no se ha producido el temido
acuerdo con los etarras de BILDU y la declaración inmediata de independencia
queda aplazada, que no olvidada y que volverán a retomar en cuanto lo consideren
beneficiario para sus intereses.
Otro aspecto de la cuestión es más maléfico. Se
podría sospechar con una base creíble, que los dirigentes peneuvistas están
esperando sigilosos, el desenlace del problema catalán para actuar en
consecuencia.
Esta última posibilidad es la que nos debe de
preocupar de manera inmediata. Sería como enlazar ambos problemas convirtiéndolos
en uno solo de enorme gravedad.
No voy a insistir mas en responsabilizar de parar el
envite a las dos personas que debido a su rango y poder constitucional pueden
parar el golpe. Me causa hartazgo mezclado con dosis político depresivas. No
hay cosa peor que la impotencia, el ver que se está destruyendo algo que para mi
credo ideológico vital, y no contar con nadie a tu lado que diga: “no te
preocupes… entre todos los que pensamos así no lo vamos a consentir”
Porque mientras esto ocurre, los falangistas se
afanan en descubrir de qué color era la cama en la que José Antonio durmió en
un hotel de Cáceres cuando se dirigía a un acto en Valencia de Alcántara.
O están imbuidos en el diseño de las papeletas para
la lotería de Navidad, con la foto en la que aparece agarrado a una bandera con
pinta de torero.
O lo más importante y trascendente, el aplicar el falangistometro
a los herejes que se han atrevido a decir que nuestras formas son caducas y
trasnochadas. Eso es hacer Falange, que España esté en manos de unos
desaprensivos, que los separatismos contra los que nos hemos posicionado como
enemigos por felones y analfabetos históricos, que el relativismo sea santo y
seña de la sociedad española, no tiene la menor importancia. El 20 de
noviembre, desafiando al frío serrano, las mangas de las camisas remangadas,
depositaran las cinco rosas en la tumba de nuestro Fundador, considerando el
deber cumplido hasta el año próximo. Pues que bien, en lo que a mí respecta,
podéis preparar el fuego que me purifique antes de emprender mi camino hacia el
infierno.
Yo pediría a unos y otros que fuesen generosos y
solidarios y piensen que España está por encima de disputas grupales, y de la
Falange misma, lo que necesita España es un colectivo comprometido en sacarla
del abismo en que se encuentra.
En caso contrario, España perderá su sustancia y se
desprenderá de sí misma como cáscara seca, sin que una centuria azul acuda en su
defensa. No sé si la frase es literal o
me he confundido en algo.
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