sábado, 3 de noviembre de 2012

FILOSOFIA POLITICA NACIONALSINDICALISTA




FILOSOFIA POLITICA NACIONALSINDICALISTA

Antes de entrar en profundidad en la Propuesta de programa político desde un punto de partida nacionalsindicalista, consideramos necesario realizar una ligera exposición sobre nuestra concepción de aquellos que estimamos PILARES BASICOS para el desenvolvimiento de la sociedad y por tanto, de toda política de Estado, porque en ellos basamos nuestra oferta y para ellos desarrollamos toda nuestra teoría ideológica.
Somos conscientes que estas bases de nuestra propuesta en lo ideológico, han sido expuestas de forma reiterada a lo largo de la historia reciente y adjudicadas al nacionalsindicalismo, pero no es menos cierto que la concepción de ellas en cuanto “historia adjudicada”, ha sido adulterada y tergiversada constantemente en la mayoría de los casos, cuando no, bastardeada y manipulada en algunos, para presentarnos como un PARTIDO TOTALITARIO, en interesada interpretación extensiva y analógica con otros regímenes nacionalistas que, es cierto que influyeron de forma decisiva en la estructura del régimen anterior al que de manera torticera presentan como prototipo del nacionalsindicalismo, del que por supuesto se encontraba a años luz y en definitiva antagónico con nuestros objetivos.
Para evitar esta asociación que nos es perjudicial, debemos incidir y ya olvidarnos del tema para siempre, en la interpretación de las bases de nuestra doctrina con toda claridad.
Por supuesto que hemos temido al llegar a este punto con la intransigencia de los que piensan que ser creyente significa anclarse en el pasado y por lo tanto no estar acorde con los tiempos actuales. Respetamos este pensamiento ahorrándonos calificativos que tampoco deseamos, para los que entendemos que la presencia de Dios en nuestro quehacer no nos perjudicará ni coartará en absoluto en la consecución del objetivo revolucionario a alcanzar. Como todo lo que se expone es únicamente una propuesta o punto de partida que se puede rebatir y someter a la libre decisión de la mayoría.
EL HOMBRE
Nos reafirmamos en la consideración del HOMBRE como un conjunto provisto de un cuerpo y un alma inmortal (Puntos iniciales), de acuerdo con la ética cristiana, como portador de valores eternos y trascendentes.
Presentamos esta concepción integral del hombre a sabiendas que contradice las distintas concepciones del materialismo idealista o burgués o del mal llamado materialismo científico o marxista. Asumimos por consiguiente esta contradicción en el sentido filosófico y cristiano, dando por hecho, que no supone un obstáculo insalvable para el no creyente o el materialista, que pueden asumir el nacionalsindicalismo como ideología de la praxis social.
Llegando a la conclusión de considerar al hombre como titular de valores contingentes y temporales.
Por añadidura lo consideramos dotado de la facultad de razonar, de pensar, de decidir por si mismo sobre condicionamientos, sujeto de derechos y deberes de diferente entidad según el plano de su origen.
La revolución nacionalsindicalista, suscribe la Declaración Universal de Derechos Humanos, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Sin olvidarnos que a cada una de sus dimensiones (material y espiritual) corresponde una escala de valores distinta: unos inmutables e inconmensurables, como derivados de su cualidad espiritual, otros mudables y medibles, generados por su relación social.
Los hay imprescriptibles, como los inherentes a su cualidad trascendente: la libertad, la integridad y la dignidad humana.
Otros son prescriptibles, mudables y medibles y van en función de su realidad como persona y de su realización social.
Nos queda la conclusión final sobre el significado  del hombre para nosotros, que la expondremos gustosos en la próxima entrega     

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