martes, 7 de agosto de 2012

Sanchez Gordillo el Alcalde justiciero



SANCHEZ GORDILLO EL ALCALDE JUSTICIERO

Después de unos meses de letargo, el alcalde de Marinaleda ha decidido poner orden y sacar de la pobreza a los parias del destino. A tal objeto, acompañado por sus fieles “chibiris” sin encomendarse al diablo (a Dios imposible), tomó por asalto dos grandes superficies en Écija y Arcos, tomó unos carros de la compra los llenó de alimentos y se dispuso a salir a la calle sin abonar su importe. Que casualidad que como ocurre con los personajes del famoseo, un fotógrafo apareció como por ensalmo para obtener la secuencia gráfica de tan singular hazaña.
Una cajera, que creo que percibe un sueldo similar al de cualquier cargo público del partido del ínclito alcalde, trató de oponerse al expolio, pero tuvo que desistir ante el ardor guerrero de los valientes “chibiris”
El hecho, comparable a los que realizaba el maestro Juncal, que ejercía la caridad con los bienes ajenos, ya ha tenido la repercusión necesaria para que el nuevo Curro Jiménez vea como se incrementa su fama de justiciero.
Como no dudo de la buena voluntad que informa el espíritu de bondad de tan honorable personaje me voy a permitir sugerirle unas propuestas recaudatorias que a buen seguro se tomará con el mejor de los talantes.
Coja Ud. a los jémeres de su cheka y envíelos a casa de los cargos públicos de su formación política, invitándoles a que contribuyan con su sueldo de un mes a fortalecer los fondos de caridad. Haga lo propio con los de su sindicato y ya verá, que o a mucho me equivoco o volverán del encargo con las espuertas llenas de euros procedentes de los bolsillos marxistas.
Sin perder tiempo, encamínese a los centros de Caritas y contribuya con su diezmo a la labor social que estos desarrollan dando de comer a familias enteras. Por el problema religioso ni se preocupe: cualquier crucifijo que pueda molestarle, durante su visita, se cubre con un trapo morado como en Semana Santa y en el cielo gloria y en la tierra paz.
Ya verá la tranquilidad de espíritu que le entra haciendo esta obra, lo del asalto a las grandes superficies, la agresión a cajeras indefensas, el hacer de Robin Hood del siglo XXI, de verdad, olvídese, su imagen día a día aparece más patética. Ojala no tenga motivos para escribir de Ud. en una larga temporada ¿Un paseíto por Venezuela? Venga va ……   

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