EL HOMBRE, PERSONA HUMANA, POR EMCIMA DE LAS
IDEOLOGIAS
Ayer por la tarde mi hermano en el
nacionalsindicalismo Juan Antonio Llopart, me facilitó el prólogo de mi novela
y dimos por finiquitada la misma y que solo le resta el trámite de la imprenta para
tener el placer de presentarla ante todo aquel que tenga la amabilidad de
interesarse por ella. Pero de eso hablaremos a su debido tiempo.
Ahora le toca el turno a una persona muy especial
del que me separa nuestra distinta concepción de la ideología política como nos
une el filial afecto que nos profesamos. Se trata del corrector de mi novela,
el concejal socialista de El Viso del Alcor, Baldomero Alba. Él me ha ayudado
en todo lo que respecta tanto a la vertiente gramatical, de la que es buen
conocedor, como de la parte de contenidos en los que ha hecho de tripas corazón
al no estar de acuerdo con lo que yo iba plasmando en los capítulos que iban
conformando el cuerpo del trabajo, cosa como es lógico y normal.
Nuestra relación de amistad viene ya de lejos, ya que
colabore con él cuando era delegado de fiestas en el festival Flamenco de la
localidad. Por aquel entonces no quería yo hacer ostentación de mi condición nacionalsindicalista
para así poder intervenir en una tertulia política de la televisión local,
hasta que nuestros amigos de Izquierda Unida descubrieron que estaba en las
listas de Falange Española como candidato al Senado.
A Baldomero Alba no le importó esta condición y
siguió ofreciéndome su amistad como si nada.
Hemos tenido enganches políticos de toda índole, que se han visto
incrementados en los últimos tiempos por aquello del Facebook, en los que me llama
facha, trasnochado, utópico y otras lindezas y como buen político ha intentado
llevar el debate a su terreno sin conseguirlo. Soy mas viejo que él. Ha leído un
poco de Narciso y no me ha dicho nada al respecto, lo que considero como un
triunfo. Sin embargo ante el Ideario básico, pone el grito en el cielo por el
párrafo en el que se dice que permitiremos el uso moderado de la violencia en
determinados casos y no hay cristiano que lo saque de ahí. En cuanto se ve un
poco pillado enseguida me recuerda que somos poco actuales y que no vamos a
conseguir nada, rematando la faena con aquello de la existencia de innumerables
Falanges. Y que enseguida me pongo a la defensiva.
Yo le recuerdo a Largo Caballero, a las checas, a
Pablo Iglesias en sus intervenciones como diputado, al (para nosotros)
antiespañolismo de Zapatero y a su obediencia a los mandatos de la Logia, a la
inefable Bibi, a la Pajin etc. Etc. Pues bien ni una sola vez estos agrios
debates han servido para minar siquiera mínimamente nuestro afecto mutuo.
Siempre hemos cerrado con un abrazo y se acabó. Un par de veces se decidió a
intervenir en el debate del grupo y claro, la cosa acabó como el rosario de la
aurora.
Conoció a Llopart en su visita a nuestro pueblo para
hablar de la novela y entre los dos se estableció una relación de respeto mutuo
ejemplo de tolerancia y comprensión
Yo le estaré siempre agradecido por su desinteresada
colaboración y le recuerdo que siempre que me necesite, tendrá a su azul amigo
para todo cuanto necesite, el hombre, como persona humana, lo primero
Baldo, hijo, un
abrazo y que Dios te bendiga
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