AL QUE NO SE LO CREA SE LO JURO
Una parte por necesidad y otra, porque al hacerlo me
siento físicamente mejor, todos los días a primera hora, me doy un paseo y
alrededor de hora y media, recorro las calles de mi pueblo. Para finalizar la
andadura en un bar en el que me tomo mi cafelito y la media “tostá” que me deja
el cuerpo en disposición de poder
realizar cuantos esfuerzos sea necesario.
Y es a partir de este momento, al escuchar lo que la
clientela asistente desbarra por sus bocas, cuando mi tranquilidad desaparece
como por ensalmo. Un grupo de paisanos, analizan pormenorizadamente la crisis.
Para ellos la prima de riesgo, el Ibex, los recortes, no tienen secretos. Para
unos más que para otros.
A destacar un par de ellos, que entienden que la
razón viene dada por la fuerza de la laringe y pega unas voces que se pueden
escuchar por todos los Alcores.
A fuerza de exabruptos tratan de convencer a sus
contertulios de quien es el culpable de todos los males que nos acechan. Vamos
a hacer una pequeña reflexión: estamos en un pueblo de la provincia de Sevilla.
La mayoría de los presentes, por una u
otra causa, han cobrado o cobran alguna subvención procedente de la Junta.
Espero que la sutileza e inteligencia de los que se toman la molestia de leer
estos escritos, haya servido para descubrir el malnacido que nos ha llevado a
esta situación. ¡¡¡Efectivamente!!! Mariano Rajoy y Javier Arenas, ambos del
odioso PP que en unos pocos meses han desbaratado la abnegada labor que durante
mas de tres décadas los responsables socialistas han llevado a cabo en esta
bendita tierra.
Palabrita del Niño Jesús, que jamás he caído en la
tentación de entablar debate con el de las voces, pero mi garganta no da para
muchos do de pecho y lo de predicar en el desierto es una frase de Jesús, que
nunca me gustó. ¡Coño! Con el calor que debe de hacer allí, hablar para que
nadie te escuche, no lo veo muy apropiado.
A modo de ensayo una vez, con cara de ingenuo le
dije al de la voz de trueno: yo creo que te dejas a alguien en el tintero que
es el máximo responsable de todo cuanto pasa: el general Franco.
Yo creí que aquel hombre me iba a mandar a hacer puñetas
como poco, pero cual no sería mi asombre cuando me contestó, que tenía toda la
razón del mundo y que desde ese momento iba a poner al gallego en su sitio.
`¡Faltaría más! Que el más golfo se quedase fuera. El que se quedo tan
tranquilo después de la contestación fue él. Luego, los demócratas sostienen
que todo voto tiene igual valor, aunque al de las voces se lo deberían computar
como doble por el desgaste físico al que se ve sometido para defender sus
tesis.
Juro que todo lo relatado es verdad.
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