QUE NADIE LO DUDE NOS JUNTAREMOS Y EMPEZAREMOS
De nuevo ha sonado el tambor de Bruch. Como sucedió
en la guerra de la Independencia en que su eco parecía multiplicar a las
fuerzas españolas que luchaban contra los franceses, por todas las montañas de
la geografía española, parece como si de nuevo resonase y su eco fuese
penetrando en la adormilada conciencia de los españoles de bien, que como entonces
van a decir “se acabó” y acudirán prestos a la llamada de la Patria.
Ya no vale el pensar que la cosa va a parar y que al
final la situación, aunque sea de una manera chapucera, nos dará un pequeño
respiro. A eso le llamo yo la mejoría de la muerte. Aquella que experimenta el
enfermo desahuciado por lo médicos unas pocas horas antes de abandonar este
mundo.
Que no se me forme en prevenga nadie, porque yo no
digo de salir como si fueran los sanfermines. Mi pretensión no es ver correr a
las personas de lado a lado como pollitos sin cabeza. Lo que de verdad deseo es
que se empiece. Como, cuando y donde sea, pero que se ponga la primera piedra.
Otro aspecto importante de la cuestión es “quienes”
lo empezarían. Yo lo tengo claro: todo aquel que se identifique con el espíritu
revolucionario del nacionalsindicalismo, encontraría su sitio en este proyecto.
Soy respetuoso como lo he sido siempre con la forma
de entender nuestra ideología. Lo que no me cabe la menor duda es que lo que
verdaderamente importa en lo que se vaya a preparar, es el contenido y no el continente,
y con estas miras, el proyecto tiene que venir acompañado de una esperanza de
futuro que no se relacione con el pasado. Una revolución para la fraternidad
necesaria para la regeneración moral de la sociedad española.
Si todos y cada uno de los que aspiran a una España
que no puede seguir autolesionándose como un paria sin solución, los que
piensen que su presencia y sus aptitudes son necesarias para culminar el éxito de
una empresa que se lo agradecerán las generaciones venideras, los que
antepongan el interés general al éxito individualista, los que piensen que los
demás, cada uno en el lugar en que desarrolle mejor su misión, son igual de
válidos para acometer el trabajo, que den un paso al frente y caminen al son
que marque el tambor de la llamada de auxilio. España se nos muere ¿Nos
lanzamos a la calle, o esperamos un poco más? De todos depende.
YO LO TENGO CLARO SOMOS LOS QUE SOMOS Y
RFEPRESENTAMOS LO QUE REPRESENTAMOS
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