Se busca a un hombre

SE BUSCA A UN HOMBRE

Se sabe que Diógenes, un día con el sol en lo alto, caminaba con una lámpara encendida y al ser preguntado por la razón que le movía a ello, contestó “Que buscaba a un hombre”, pues bien, España como Diógenes está buscando a un hombre.

Un hombre que reúna unas características especiales que son necesarias que adornen la personalidad de quien asuma la responsabilidad de encabezar una revolución cívica que acometa con mano firme, sin que le tiemble el pulso en su cometido.

Un hombre que no es necesario que esté integrado en ninguna sociedad anónima conocida como partido político. bastará con que su actitud sea la de servir a España devolviéndole los valores perdidos por culpa de unos descerebrados, no permitiendo su fragmentación sin perjuicio de respetar las distintas peculiaridades de los pueblos que la conforman.

Que haga comprender a los jóvenes que en su trabajo y moral de sacrificio se asientan los cimientos de la España del futuro. Que la sociedad no va a permitir medianías y que se necesitan especialistas en todos los campos. Por ello a la vez de que surjan grandes ingenieros, médicos o economistas, debe fraguarse la aparición de estupendos zapateros, fontaneros o carpinteros. Esta simbiosis de especialidades será piedra básica de la España de futuro que este hombre dirigirá.

 No permitiendo que la caterva de zánganos y convidados que no han hecho nada productivo por la sociedad, campen por su libre albedrío por toda la geografía hispana.

Un hombre que sepa rodearse de un equipo de personas que pongan su saber y capacidad al servicio de la nación, sin pedir prebenda alguna por sus servicios

Un hombre que sepa trasmitir a los españoles que la libertad de una persona no es plena por el simple hecho de introducir un papel en una caja sino que es necesario que a esta relativa libertad la acompañe la honestidad y la integridad para que la dicha sea completa.

A mi me gustaría ser como Diógenes y salir con la lámpara a buscarlo, pero mi radio de acción es limitado y mi edad excede de lo necesario para estos cometidos. Por eso, si alguien conoce a un hombre que se aproxime al estereotipo descrito, que lo presente ante los españoles. Ese hombre, si podrá arreglar el desaguisado de los partidos políticos.