Este y no otro es el espíritu de la Autentica
IDEARIO BASICO DEL NACIONALSINDICALISMO
I
E T I C A
REVOLUCION
MORAL
1.-El Movimiento
Nacional Sindicalista, sin inmiscuirse en la intimidad personal ni imponer
obligaciones religiosas a nadie, procurará mantener su modelo de actuación en
los principios de la ética cristiana, marco idóneo para inspirar a la persona
humana en una moral y felicidad y para dotar a la sociedad de las pautas de una
convivencia armoniosa y pacífica.
2.- El Movimiento
Nacional Sindicalista, considera que el bienestar y el bienser son
ingredientes inseparables, tanto para el logro de la satisfacción personal en
el mundo, como para bien común de la sociedad. De ahí la necesidad de fomentar
la cultura y la virtud y de impulsar la prosperidad material y la salud.
3.- El Movimiento Nacional
Sindicalista, entiende que el hombre ha de ser dueño de las cosas y de las
pasiones, sujetándolas a su voluntad racional y que nadie debe ser instrumento
de otro. Que la persona tiene un valor en sí misma y no solo por su función o
rendimiento. Que cada ser humano tiene una misión propia e intransferible en el
mundo y en la eternidad; que su dignidad y destino transcienden mas allá del
espacio y del tiempo. Que el hombre se desenvuelve en sociedad, lo que
justifica el deber de servicio y participación en la comunidad. Por ello
el Movimiento Nacional Sindicalista, proclama y defiende el respeto a la
libertad, integridad, dignidad y responsabilidad de la persona humana.
4.- Rechazamos la moral
materialista, en cualquiera de sus versiones, porque degradan al ser humano,
con riesgo de sumirlo en la angustia, el hastío, la desesperación o el
embrutecimiento. Condenamos
la alineación materialista, que convierte a las personas en factores económicos
sin otro valor; en meros utensilios, en esclavos de las cosas, en juguetes de
los apetitos inferiores y de las sensaciones corporales, en competidores
adversarios por el poder, el gusto o la riqueza, en explotadores o explotados,
en opresores u oprimidos.
5.- Frente a la moral del beneficio egoísta y la
competencia, propugnamos la moral del servicio, la cooperación y la
solidaridad.
6..- Serán imperativos definidores de nuestro estilo: la
abnegación, la entrega, la veracidad y la alegría; el anhelo y la actividad
constante de perfección; la fidelidad al ideario revolucionario; la sencillez y
la valentía. Preferimos la actuación directa y abierta. Detestamos las
actitudes retorcidas, tibias, claudicantes y medrosas.
7.- Proclamamos la veracidad y la autenticidad como norma
y método de nuestra conducta y como valor necesario para la convivencia.
8.- Detestamos la violencia; pero no renunciamos a su
empleo prudente en legítima defensa, cuando por la violencia o por la insidia
se nos ataque y cuando así se atente contra el bien de las personas, del pueblo
o de la Patria. Condenamos el empleo de la violencia, física o moral, como
instrumento de agresión, injusticia y corrupción, y contra ello lucharemos.
9.-
Entendemos que lo espiritual es el funcionamiento decisivo para la vida digna
de los hombres y de los pueblos. Frente a la corrupción general de la
conciencia moral y las costumbres de la sociedad, urge alumbrar un renacimiento
de los valores universales permanentes del espíritu, que inspire la ordenación
del bien común en todos los aspectos de la convivencia.
10.- El Movimiento Nacional
Sindicalista, proclama que sus fines obedecen a una ley de amor, de unidad
y de superación fecundos, porque aspira a una revolución de fraternidad,
que rompa las barreras de egoísmo y las opresiones de abuso, coacción y
envilecimiento, que impiden el abrazo solidario y la elevación de las personas
en bienestar y en bienser.
II
SISTEMA ECONOMICO
1.- La riqueza y las actividades económicas tienen como
primer destino mejorar las condiciones de vida de cuantos integran el pueblo.
Todo intento de utilizarlas en un principio a favor de intereses mezquinos o
parciales deberá ser atacado sin contemplaciones. La economía debe contribuir a
la dignificación de las personas y no ser instrumento de degradación y
envilecimiento. El disfrute y desarrollo armónico de la riqueza nacional,
exigen la difusión equitativa y racional de los recursos, compensando las
deficiencias que las distintas regiones pueden tener en determinados sectores.
2.- Hay que
conferir a la persona humana, en virtud de su dignidad y de su trabajo la
primacía en el sistema económico.
3.- La propiedad
privada debe ser en esencia la proyección y poder directos del hombre sobre las
cosas, fundados en su trabajo y en el cumplimiento o satisfacción de una
función personal y legítima.
3 a.- Por
lo general, en el supuesto de que varios individuos proyecten conjuntamente sus
personalidades sobre una cosa, utilizándola de modo regular para su común
servicio o provecho, la propiedad privada debe corresponderles mancomunadamente
a todos ellos. Tal es el caso de la familia, respecto a la vivienda y a los
bienes domésticos y de los trabajadores de una misma empresa, respecto a los
medios de producción.
3 b.- La
propiedad privada es un atributo elemental humano, garantía de la libertad
personal y medio para satisfacer las necesidades y aspiraciones particulares de
una vida digna en armonía con la comunidad.
3
c.- El capitalismo es contrario a la propiedad privada, a la que ataca en su
esencia. El capitalismo liberal, motivado por el individualismo egoísta, niega
de hecho la propiedad a la mayoría en provecho de unos pocos; el capitalismo
estatal fundado en la anulación de la personalidad, niega la propiedad a todos.
4.- El
dominio sobre las cosas solo se justifica por la legitimidad de la función o
destino en que se emplean. Las formas de propiedad de los bienes deben
ajustarse a las funciones a que estén dedicados preferentemente.
4 a.- Lo bienes de uso y consumo
particular habrán de ser propiedad de quienes debidamente los adquieran y
utilicen; los bienes de producción de quienes los trabajan; los bienes de uso
público de la comunidad popular a que estén destinados; las invenciones
científicas y técnicas y las creaciones artísticas, deben ser propiedad de sus
autores, y su utilidad y disfrute compartidos con ellos, por quienes los hagan
fructificar y por la comunidad que ha de beneficiarse de las mismas.
4 b.- Como formas de propiedad
enunciamos: la individual, la familiar, la sindical (de comunidades laborales,
cooperativas y entidades sindicales), la comunal (de entidades territoriales),
y la nacional (de todo el pueblo español).
4 c.- La propiedad debe tener los
límites y servidumbres requeridos por el bien común, la utilidad social y la
necesidad del prójimo.
5.- El
trabajo es el supremo título, tanto para la adquisición de la propiedad
privada, como para la participación en las ventajas y responsabilidades de la
actividad económica y el bienestar material.
5 a.- No es tolerable, que el
trabajo humano –manual o intelectual-, sea objeto negociable, como una
mercancía, sometido a las puras reglas de la contratación comercial, en el que
el mas fuerte gana; ni que la dignidad del hombre se ponga en juego en las
maniobras económicas.
5 b.- Bajo ningún pretexto de
progreso técnico, productividad o rentabilidad es admisible que el trabajador,
-cual fuere su profesión o categoría- se le convierta en una pieza
deshumanizada, maquinal o irresponsable, sin iniciativa y sin intervención
eficiente en las promociones, destinos, inquietudes y resultados del sistema
económico, su profesión y su empresa.
5 c.- La plusvalía de la producción
debe corresponder al factor trabajo.
5 d.- El aportador de su ahorro legítimo o inversor en
empresas, en cuanto tal, solamente ha de tener derecho a la amortización y al cobro
de un interés módico en razón de su aportación. Pero desde luego los capitales
injustamente acumulados deben ser expropiados sin contemplaciones a sus
detentadores.
5 e.- El capital, en cuanto
instrumento para el logro de la producción de bienes y servicios, debe
pertenecer a los trabajadores mismos que lo utilizan.
5 e,1.- Lo medios de producción
deben ser regidos y disfrutados por la comunidad laboral que los trabaja,
integrada en su respectivo sindicato. Así pues, a la comunidad laboral, –formada
por la unión de todos los que aportan su trabajo personal compartiendo un mismo
destino- ha de corresponder la propiedad, el poder, el provecho y el gobierno
de la empresa y no a quienes simplemente aportan capital (los inversores), ya
que ese tiene un valor instrumental al servicio del trabajo, que es la función
humana inminente, creativa y con valor espiritual.
5 e.2.- No es admisible, que se
arrogue el Estado la propiedad de empresas que no prestan servicios de carácter
necesario o la producción de bienes básicos para el funcionamiento de la
economía de la nación; deben pertenecer al pueblo y en consecuencia, habrán de
ser propiedad popularizada sindical, comunal o nacional, o en todo caso con
participación de los trabajadores mismos en su gestión.
6.- Ni
el capital, ni la técnica, ni bien económico alguno debe ser instrumento de
ventaja y privilegio de unos para dominar a los demás.
7.- Por
ser esencialmente injusto y generador de iniquidades, por atacar la dignidad
humana y por minar la unidad y el bien de la comunidad, urge desmontar
radicalmente el sistema capitalista con todas sus taras y secuelas. Se exigen
tres labores fundamentales de desarticulación: el capitalismo rural, mediante
reforma agraria; del capitalismo financiero, mediante la nacionalización de la
banca; y del capitalismo industrial y de servicios. Con o sin indemnizaciones,
conforme dicte la equidad en cada caso; pero sin dilación y en beneficio del
pueblo.
8.- Como
consecuencia de la revolución nacional sindicalista, el poder económico
de la nación será ejercido y administrado por los trabajadores mismos.
Organizados en un sistema sindical autónomo, democrático y unitario,
constituido a partir de la empresa, por ramas de actividad económica y
establecido sobre los distintos ámbito territoriales.
9.- Será
misión de la nueva organización sindicalista: ordenar, planificar, regular y
organizar con sentido humanista y solidario la economía, el trabajo y las
funciones profesionales, el desarrollo de la cultura, el fomento de la ciencia
y de la técnica.
9 a.- No es admisible, que a través
del juego de la ley de la oferta y la demanda en el mercado de intereses
egoístas, venza el mas poderoso y se imponga el abuso. Contra todo ello, por
tanto, defendemos un nuevo sistema de relaciones económicas, que se basarán en
la justicia, en la cooperación, en el respeto mutuo de las personas, en la
subordinación de la producción a las necesidades humanas y el bien común. La
organización sindicalista, integrada por el pueblo trabajador, impulsará el nuevo
sistema.
9 b.- En el nuevo sistema económico
resultante de la revolución, tendrán respeto y cabida las iniciativas
colectivas o individuales de trabajadores, para la promoción de actividades
económicas y la constitución de empresas, que se integrarán al respectivo
sindicato.
9 c.- Establecido el régimen
económico nacional sindicalista, las necesidades de medios de
financiación de las empresas podrán ser cubiertas, bien a través de los propios
trabajadores, titulares de ellas, bien a través de los bancos sindicales, o
bien a través de ahorradores particulares que hayan obtenido estos medios
legítimamente. En ningún caso se reproducirán las actuales fórmulas de
financiación que dan titularidad sobre la empresa. Y los financiantes solo
tendrán derecho a la amortización de las cantidades aportadas y al cobro de un
interés de estabilización, que impida tanto la depreciación del dinero como la
existencia de rentistas.
9 c.1.- La banca, como depósito de
los ahorros de los trabajadores, será encomendada a la gestión de la
organización sindical. El sistema de crédito se regirá fundamentalmente a
través de la banca sindical. El Estado supervisará toda actividad de préstamo,
controlando tanto el origen de las cantidades que se presten como el interés
que se estipule.
I I I
PROMOCION PERSONAL EN SOCIEDAD
1.- El
trabajo y la honradez son el mejor título de dignidad civil.
1 a.- Todo español tiene el deber de
servicio en el trabajo y derecho a obtener y ejercitar el trabajo que desee y
que merezca por sus cualidades personales.
1 b.- No deberá tributarse la menor
consideración, a quienes no cumplan función alguna de servicio y aspiren a
vivir a costa del esfuerzo de los demás.
1 c.- En cambio el deber de
solidaridad humana obligará a todos a la asistencia, integración social y
rehabilitación posible de los deficientes síquicos y físicos.
2.- Es
un objeto indeclinable conseguir, que toda persona pueda cumplir la función que
merezca por su capacidad y esfuerzo y que nadie detente cometidos
inmerecidamente o impida los desempeñe el mas idóneo. Y habrá que tenderse a
que la sociedad se ordene con movilidad e intercomunicación y a que integre a
todas las personas.
2 a.- Las instituciones y la propia
estructura de la sociedad deberán adecuarse para permitir a todos los
españoles, sin trabas ni discriminaciones, la promoción y acceso de
cualesquiera niveles de saber, cultura, trabajo y servicio en condiciones de
igualdad en oportunidades y medios.
2 b.- Se tenderá a que el puesto en
la sociedad sea alcanzado y mantenido en función y virtud del trabajo, la
honestidad, el esfuerzo, y la valía personales, exclusivamente. Es decir, a una
graduación funcional basada en el servicio contra el clasismo, el parasitismo y
el privilegio.
2 c.- Acabaremos con la lucha de
clases, yendo a resolver sus causas. Pues estimamos injusta e inadmisible la
existencia de grupos, sectores o estratos sociales cerrados, que se hallan
marginados o insolidarizados con la comunidad, constituidos por la detentación
o por la privación de determinadas condiciones económicas, culturales o de
poder exclusivas o insuperables. Por cuanto que coartan la libertad y
menoscaban la dignidad de la persona; dificultan la contribución y
participación de todos en el quehacer colectivo y en el bien común de la sociedad;
constituyen graves obstáculos a la promoción natural y justa; e impiden la
relación, unidad y solidaridad humana.
2 d.- Todas las personas del pueblo,
destacadas por su competencia, valía, integridad y servicio en las diferentes
materias o funciones tienen mas responsabilidad en la contribución a la
elevación del nivel general de la sociedad.
I V
EDUCACIÓN, CULTURA Y MEDIOS DE DIFUSION
1.- La
educación integral y la cultura para todos, son bases imprescindibles de la
liberación y dignificación de la persona y medio para el logro comunitario de
los mas altos fines nacionales y universales.
1 a.- Entendemos que la educación
debe estar prioritariamente dedicada al desarrollo equilibrado de todas las
capacidades humanas del educando. Pues es así como puede alcanzarse la madurez
y potenciación de la personalidad, capacitándola para el autodominio, para el
servicio comunitario y para la creatividad.
1 b.- La educación habrá de
comprender: la formación física, moral, sicológica, cultural, profesional,
política y social.
1 c.- La cultura y la enseñanza han
de ser patrimonio social al alcance de todos los españoles, no de un grupo o
clase.
1 c.1.- La educación y la cultura
son valores de interés cultural preeminente, por lo cual no es tolerable que queden
a merced de las apetencias interesadas de individuos, facciones o sectas, ni
que se conviertan en instrumento de clasismo o de prepotencia particular. En
consecuencia habrá de garantizarse la intervención efectiva de todos los
interesados y especialmente de las representaciones de las familias, las
comunidades populares sindicales y territoriales, educadores, así como en su
caso y según los niveles de los propios educandos, de una parte, y de otra, la
intervención del Estado Nacional como ordenador del sistema.
1 d.- Ante la grave situación de
decadencia urge la promoción intensa de los valores de la cultura hispánica,
con toda su variedad, riqueza y cultura.
1 e.- La disgregación y
desproporción existentes hacen necesarios procurar el desarrollo armónico, con
sentido unitario e integrador, de la cultura en todas sus ramas. Deberá ser
meta ambiciosa de la sociedad nueva lograr una síntesis de los sabores y
técnicas, para servir así al hombre con plenitud. Y empeño constante fomentar
la investigación a todos los niveles y no solo el universitario.
1 e.1.- La universidad popular será
la institución especialmente encargada del fomento y difusión de la enseñanza,
sobre todo, y de la cultura y ciencia, en amplia conexión con las entidades
populares sindicales y territoriales. La universidad no puede quedarse en
reducto aislado ni en instrumento para el monopolio del saber; todos los que en
sus tareas estén afectados y el pueblo mismo al que se debe servir, tienen que
participar en la gestión, actividad y resultados de las instituciones
universitarias.
1 f.- La educación es la base
fundamental de la transformación profunda que España necesita. Es
imprescindible la difusión de una moral de abnegación y servicio, de un
emprendedor espíritu de justicia y de formación en el entusiasmo y fidelidad a
los destinos de la comunidad nacional.
2.- Los
medios de formación, expresión, información, comunicación y difusión públicas
han de estar al servicio y disposición de la comunidad.
2 a.- La enorme importancia y trascendencia
de los cometidos y fines de los medios de difusión y comunicación social y su
poder de influencia decisiva en la colectividad, exigen la intervención de las
entidades populares en la gestión y control de los mismos. Lo cual significa
concebirlos como servicio público de especiales características.
3.-
Rechazamos y condenamos por inmorales la difamación, la mendacidad y la
injuria, mas graves y abominables si se difunden por los medios de publicidad.
Estos hechos habrán de recibir severa y ejemplar sanción del poder público.
4.-
Repudiamos y combatiremos con firmeza, por inhumanas, las técnicas
propagandísticas y cualesquiera manipulaciones, aplicadas a la sugestión,
anulación o dominio de la mente o la voluntad de la persona. Tales prácticas constituyen
atentados a la máxima gravedad contra la integridad y libertad del ser humano.
V
SEGURIDAD SOCIAL
1.- La
seguridad social, concebida con la mayor amplitud de prestaciones, habrá de
cubrir a todos los españoles de los riesgos y perjuicios del infortunio, la
enfermedad o la iniquidad, garantizándoles la mas diligente atención y auxilio.
1 a.- Todo español tiene derecho a
la seguridad social. Exigimos que se protejan eficazmente los riesgos sociales
de todos los españoles.
1 b.- Las prestaciones económicas
para las diferentes contingencias cubiertas, habrán de establecerse
considerando los ingresos y las necesidades personales y familiares del
beneficiario.
1 c.-
Respecto a la asistencia sanitaria, propugnamos la creación de un servicio
español de la salud, basado en el derecho individual y colectivo de la salud,
para que se realice una medicina en defensa de la salud y no solamente una
medicina en la enfermedad, debiéndose efectuar a todos los niveles una función
asistencial, preventiva, rehabilitadora, docente y de investigación.
1 c.1.- Pero la socialización de la
sanidad solo puede ser real si va acompañada de la socialización de la
industria farmacéutica y de las industrias y servicios auxiliares sanitarios,
los cuales deberán ser planificados por el servicio Nacional de la Salud; Sin
perjuicio de la participación de los propios trabajadores en la gestión,
consecuentemente con nuestro planteamiento sindicalista.
1 d.- Como otra prestación mas de la
seguridad social, propugnamos la existencia de servicios de defensa jurídica,
que proporcionen a los ciudadanos el asesoramiento y la asistencia debida con
arreglo a Derecho cuando lo deseen. Tales servicios habrán de revestir los
naturales caracteres de independencia respecto a cualesquiera otros y ser
regulados en un régimen especial.
1 d.1.- Aparte, para que la
protección de la justicia esté igualmente al alcance de todos, el Estado deberá
establecer el acceso gratuito de los ciudadanos al amparo de los Juzgados y
Tribunales.
2.- La
seguridad social, es una responsabilidad comunitaria fundada en el deber de
ayuda mutua entre personas. Consecuentemente, las comunidades populares habrán
de asumir el control e intervención en la gestión de los servicios de
asistencia y en la dotación de los mismos.
2 a.- La financiación de la
seguridad social deberá realizarse obteniendo los recursos por una política
fiscal de impuestos directos sobre los ingresos reales de todos los españoles.
2 b.- Entendemos que deben
desaparecer todas las entidades privadas de la gestión y de la realización de
las prestaciones de los seguros sociales. La gestión de la seguridad social a
todos los niveles corresponde al pueblo trabajador que la financia.
2 c.- La gestión de las prestaciones
económicas de la seguridad social deberá unificarse en un único organismo
representativo y descentralizado mediante la regionalización y zonificación de
los distintos ámbitos territoriales.
2 d.- El Servicio Español de la
Salud se caracterizará por ser el único organismo de la salud pública. Su
estructuración estará basada en la descentralización igualmente, haciendo un
servicio uniforme posible a escala nacional en todos los aspectos mediante una
planificación racional basada en las necesidades reales de las poblaciones y en
su distribución geográfica. La descentralización de los servicios en cuatro
niveles establecerá: servicios asistenciales básicos en centros rurales o
barriadas, hospitales comarcales, regionales y nacionales
2 d. 1.- Desde luego la gestión del
Servicio Español de la Salud habrá de ser representativa a todos los niveles,
mediante la integración de los órganos de decisión de los delegados de las
comunidades populares y de los trabajadores de sanidad.
V I
PERSONA FAMILIA COMUNIDADES
1.- El
hombre, considerado como persona, es decir, como ser en sociedad, es el
fundamento del sistema. Sujeto de un destino particular y trascendente y
responsable de una tarea al servicio de la comunidad. Es pues protagonista y
destinatario del bien común; recibe la influencia de la sociedad e influye e
ella; lo condicionan la naturaleza y las circunstancias y a su vez él mismo las
modifica; recibe de los demás y da a los demás.
1 a.- Por lo tanto es intolerable
toda absorción y presión anuladora o degradante de la personalidad individual;
toda corrupción contraria a su dignidad y todo desenfreno egoísta frente a la
comunidad.
1 b.- Todo sistema social habrá de
ordenarse hacia la elevación integral de la persona humana en bienestar y
bienser y hacia la efectiva participación de la misma en las decisiones y
actuaciones que le afecten.
1 c.- Deberán ser garantías vigentes
de la personalidad individual. Entre otras: el respeto a la identidad propia, a
la intimidad y a la integridad física y espiritual; la moralidad, la cultura,
la educación, la propiedad, la información, la igualdad ante la ley, la
seguridad social y jurídica; la participación en los bienes, cargas y tareas
colectivos. La responsabilidad comunitaria, el trabajo, la libertad de
pensamiento, expresión, asociación y actuación para desarrollarse en sociedad,
para obtener y promover la justicia y para contribuir al bien común.
1 d.- La vida humana en cualquier
estado en que la misma se halle, aún en embrión, merece el máximo respeto y
protección. El poder público habrá de salvaguardarla con todo rigor.
2.- La
familia, como entidad básica de la sociedad y unidad natural primaria de
convivencia, necesita medios propios y asistentes sociales, que garanticen su
integridad y el cumplimiento de sus inminentes fines, que son fundamentalmente
la ayuda mutua entre parientes y cónyuges y la procreación, educación y cuidado
de la prole en el matrimonio.
2 a.- La
familia se constituye a partir de la unidad matrimonial; pero necesariamente no
se la debe reducir a la comunidad de padres adultos e hijos menores. La familia
es un ámbito en el que debe caber la convivencia y la relación de afecto y
solidaridad entre parientes que así lo deseen o necesiten; para no sufrir el
abandono, la soledad, la inseguridad o el desvalimiento. Piénsese por ejemplo
en los ancianos, los solteros, los viudos, los minusválidos, enfermos o los
huérfanos.
2 b.- La
separación y la disolución o anulación del matrimonio pueden admitirse o
tolerarse solo en determinados casos, sin perjuicio del permanente deber de
cuidado y educación de los hijos menores
la asistencia alimenticia del cónyuge desvalido inocente.
2 c.- Los progenitores (el padre y
la madre) tienen el deber, bajo la mas grave responsabilidad, de cuidar de sus
hijos hasta la emancipación de estos. Los hijos no deben sufrir ninguna
discriminación por razón de su nacimiento o ascendencia. Toda filiación ha de
ser igualmente legítima para la sociedad.
2 d.- Propugnamos la debida
consideración y atención de la sociedad a las personas con obligaciones de
asistencia familiar que cumplir y rechazamos las estimaciones utilitarias o
individualistas que ignoren las relaciones familiares. Por ello defendemos
especialmente el respeto y apoyo sociales a la función maternal de la mujer y a
la paternal del hombre, cual fuere el estado civil de los mismos.
2 e.- Para que la familia pueda
cumplir por si misma sus fines, necesita de un patrimonio propio suficiente,
amplia y dotada vivienda, retribuciones que la subvengan, las instituciones
populares de enseñanza y seguridad social suplirán las insuficiencias o
imposibilidades asistenciales de la comunidad familiar.
3.-
Propugnamos el fomento y vitalización de los vínculos comunitarios auténticos;
la organización comunitaria del pueblo conforme a sus unidades naturales de convivencia
estable: familia, casa de vecindad, barriada, municipio, comarca, región,
escuela, empresa y sindicato. Pues es preciso lograr la armonía e incorporación
efectiva del individuo a su comunidad. El cual será así mas libre, mas dotado,
mas responsable y partícipe, mas seguro y respetado. Y se hace necesario acabar
con importantes causas de infelicidad e inestabilidad social; el aislamiento,
el egoísmo antisocial, la indefensión, el desarraigo, la desordenada
atomización de la sociedad, el hacinamiento, el gregario anonimato y la
masificación despersonalizadora. En una sociedad comunitaria, es decir en una
sociedad de personas ligadas por razones de convivencia y por destinos y
responsabilidades compartidos, se evitan graves riesgos de tiranía, demagogia y
delincuencia y se propicia la reflexión, la participación, la solidaridad.
3 a.- En este sentido propugnamos la
organización natural del pueblo, de un lado en comunidades territoriales:
Municipio, comarca, región y de otro: en comunidades laborales, escuela
empresa, sindicato. A estas comunidades populares habrá de atribuirles,
autonomía y medios necesarios para el cumplimiento de sus funciones específicas en régimen de
autogestión democrática; pero en armonía y solidaridad con la totalidad
nacional. El sistema de democracia natural y directa que defendemos se
cimentará en las comunidades populares.
3 a.1.- Los municipios minúsculos
sin vitalidad habrán de desaparecer para formar entidades municipales
suficientes no multitudinarias, o habrán de aunarse sus administraciones y
servicios formando asociación o federación entre las localidades limítrofes.
3 a. 2.- Defendemos la tendencia a
la supresión de las aglomeraciones industriales, residenciales o demográficas,
como perjudiciales para la convivencia y para el bienestar personal. Al propio
tiempo señalamos la necesidad de dar impulso a las comunicaciones y relaciones
entre los distintos núcleos y entidades.
3 a. 3.- Dentro de los grandes
municipios es necesaria la consideración y constitución del edificio de
vecindad y barrio, como unidades de convivencia ciudadana, fomentando en ellas
las relaciones comunitarias positivas y proporcionándoles servicios y funciones
para provecho común de los vecinos respectivos.
3 a. 4.- Se hace cada vez mas urgente
y necesaria una revolución urbanística, con la consiguiente dotación de
servicios y la ordenación económica territorial, industrial, administrativa y
de edificación, para facilitar la vitalización real de los vínculos
comunitarios y procurar la dignificación y salubridad de las condiciones de
vida, residencia y trabajo de las personas y las familias.
3 a. 5.- El suelo urbano debe ser
propiedad municipal; pues su destino y valor estriban en el asentamiento de un
pueblo.
3 a. 6.- Hay que reconstruir la
comarca como entidad popular territorial de gran vitalidad natural, a base de
la federación de los municipios de la zona. Alterando o anulando, si fuere
preciso, las delimitaciones artificiales de la actual división provincial de
España. La región será la agrupación de comarcas o municipios por federación.
En todo caso, la demarcación de comunidades territoriales habrá de fundarse en
realidades actuales que las definirán y en la voluntad de los pueblos
afectados, sin prejuicio de la unidad nacional de España.
3 b.- En el nuevo sistema que
propugnamos, las comunidades territoriales, cuyas representaciones se
conjuntarán culminando en un consejo comunal nacional, tendrán a su cargo en
los respectivos ámbitos y niveles, la ordenación de los asuntos concernientes
al asentamiento humano y convivencia en el territorio, tales como:
Comunicaciones, medios de difusión, enseñanza, cultura, deporte, higiene,
sanidad, vivienda urbanismo, abastecimientos, seguridad social, conservación y
mejora de la naturaleza y el medio ambiente y servicios comunales varios.
3 c.- La empresa y los sindicatos
constituyen unidades populares de convivencia de carácter laboral y
profesional. Tras el cambio revolucionario la organización sindicalista, cuyos
caracteres y fines han sido ya expuestos, dotará de vitalidad comunitaria y
sentido humano al mundo de a economía y las profesiones.
3 d.- Los servicios públicos, en
cuanto son necesarios y de alcance general, deben ser populizados, es decir,
entregados en propiedad al pueblo mismo al que se dedican, y en consecuencia
las comunidades populares o sus representantes han de intervenir a los
respectivos niveles ejerciendo un control efectivo, para asegurar la mejor
gestión y justo disfrute por todos los ciudadanos. (Servicios públicos populizados
serán especialmente entre otros: electricidad, agua, teléfono, telégrafos,
transportes colectivos, etc.)
3 e.- En el nuevo sistema que
postulamos, los entes territoriales y la organización sindicalista deberán tener personalidad
jurídica pública para el cumplimiento de su fin.
V I I
SERVICIO SOCIAL – SERVICIO MILITAR
1.-
Todos los españoles contribuirán, a medida de sus posibilidades, económicas y
personales, en las cargas tributarias y servicios para la comunidad.
2.-
Todos los ciudadanos españoles no impedidos, llegada su mayor edad tienen el
deber de prestar servicio personal en actividades u obras de interés público
(empresas industriales básicas, seguridad social, repoblación forestal,
conservación de la naturaleza, administración, obras y servicios públicos) por
periodos determinados y además en las situaciones excepcionales que lo
requieran; También deben prestar igualmente servicio en el ejército popular y
nacional de España.
2 a.- El Ejército es una tarea que
corresponde a todos. Considerando que el ejército es el pueblo en armas,
estimamos necesaria la formación de unas milicias nacionales organizadas por
militares profesionales y formadas por todos los españoles aptos, sin
distinción de sexo, haciendo posible, en caso de agresión, una movilización
popular, sobre la base de una guerra de guerrillas.
2 a. 1.- En las circunstancias actuales admitimos la
objeción de conciencia, sustituyendo el servicio militar por prestaciones
civiles de igual duración.
2 b.- El Servicio Social y el Servicio
Militar deben concebirse para estimular efectivamente la responsabilidad de los
españoles en las tareas, necesidades y destinos de la Comunidad Nacional, para
impedir el exceso pernicioso de funcionarios o asalariados y la formación de
clases profesionales, burocráticas o militares insolidarias; para favorecer el
espíritu de servicio al bien común y para conocer las realidades del país, el
pueblo y la Administración Pública.
V
I I I
ESPAÑA
MUNDO
1.-
Entendemos a España como nación soberana integradora de pueblos y tierras. Con
un rico y vario patrimonio espiritual y material común, con una tarea solidaria
de elevación total y con un mismo destino en el mundo.
1 a.- Cuando se niega a
los españoles un proyecto sugestivo de vida y acción en común, se pone en
peligro grave su unidad y se niega la Patria.
La Patria
es sobre todo la unidad de pueblos varios (con sus lenguas, sus usos sus
características) integrados en un destino, en una misión colectiva de valor y
proyección universal. Sin esa misión, sin ese destino no puede existir
verdaderamente Patria. Nosotros proclamamos nuestra vocación de impulsarla.
1 b.- España es una
unidad, y toda conspiración contra esa unidad es repulsiva. El separatismo es
una regresión, un criminal desvinculo egoísta, un expolio desmembrador
inadmisible. La anulación de las peculiaridades legítimas de los pueblos y su
personalidad comunitaria, es igualmente intolerable.
1 c.- Los españoles no
podemos ser libres, mientras la libertad e independencia de España esté coartada
por las presiones e injerencias imperialistas del extranjero.
1 d.- La misión o
destino universal de España habrá de consistir en difundir en el mundo la nueva
revolución de fraternidad y elevación humana.
1 e.- Creemos en la
suprema realidad de España y su misión. Fortalecerla, servirla y elevarla es
tarea colectiva de todos los españoles. A la realización de esta tarea habrán
de plegarse inexorablemente los intereses de los individuos y los grupos.
2.- Es una
aspiración de la humanidad, expresada a lo largo de la Historia, avanzar hacia
la unidad mundial, estableciendo vínculos de cooperación y solidaridad.
2 a.- España debe
responsabilizarse en la tarea de contribuir a la realización de la patria
hispánica, para lo cual no ha de escatimarse ningún esfuerzo en lograr la
unidad integradora de los pueblos de estirpe cultural ibérica en el mundo. Nos
afanaremos por lograr una Comunidad Hispánica de Naciones en organización de
tipo federal.
3.-
Aspiramos a un orden universal en paz, cooperación y convivencia establecido
sobre el imperio de la dignidad, la justicia, y la libertad en los hombres y en
los pueblos. Defenderemos los afanes renovadores contra la degradación y
decadencia moral y material de la humanidad. Solo por una causa justa deberá
oponerse la fuerza cuando los adversarios la empleen.
3 a.- La liberación de
los pueblos oprimidos, su justicia y elevación deberá ser atendida por nuestro
pueblo, por experiencia de la solidaridad humana.
3 b.- En la pugna entre
los grandes bloques imperialistas que se disputan el mundo, España deberá
aspirar a formar parte con los pueblos no alineados que luchan por zafarse de
la dominación y explotación de las grandes potencias.
3 c.- La política
internacional de España, habrá de influir en Europa, para imprimirle las
inquietudes de una renovación superadora de su postración y división; así mismo
tratará de compartir las ventajas del progreso material obtenidas en los países
del continente. Con estas bases España podrá aceptar su integración en una organización
europea, sin abdicar de sus logros, de su misión en el mundo, ni de sus metas
revolucionarias, ni admitir la colonización capitalista o militar.
4.-
Rechazamos el nacionalismo, que es el individualismo de los pueblos; rechazamos
el imperialismo, que es la explotación y dominación de los débiles por los
pueblos o estados poderosos; finalmente, rechazamos la discriminación divisoria
por razones étnicas, ideológicas, religiosas, culturales o económicas, porque
contraría la unidad del género humano.
I X
EL ESTADO – DEMOCRACIA COMUNITARIA
1.-
Rechazamos la separación del Estado y del Pueblo. No admitimos que el Estado
sea la organización detentada por grupos o clases dominantes, que mandan,
impuesta sobre la sociedad gregaria, que obedece. Por ello propugnamos que el
Estado sea el instrumento jurídico de poder en manos del mismo pueblo
organizado comunitariamente. Un instrumento al servicio de todos los españoles,
no de un tirano, una oligarquía, una facción o una clase. Queremos que
efectivamente, el poder sea del pueblo, la ley del pueblo y la organización del
pueblo.
1 a.- Defendemos pues un
sistema de autogestión popular comunitaria, a partir de la democracia directa
en las entidades naturales de convivencia. Es decir, que las entidades
populares, tanto las de carácter vecinal o territorial, como las de carácter
laboral, asuman por si misma las responsabilidades y funciones que puedan
desempeñar en sus respectivos ámbitos y niveles; disponiendo para ello de
autonomía y medios propios y preservándose la solidaridad para la ayuda mutua y
la conjunción para abordar los asuntos comunes o generales.
1 b.- Apoyamos la
tendencia a la difusión o distribución del poder, en vez de su concentración.
Entendemos que debe impulsarse al máximo la participación de las personas en
los asuntos públicos, especialmente a través de sus funciones comunitarias. Que
en lo posible y conveniente debe evitarse la abstención, la sustitución y la
delegación, para que las personas sean mas responsables y mas dueñas de sus
destinos.
1 c.- La autoridad se
justifica por el servicio al bien común y se sostiene por el asentamiento de la
sociedad.
1 d.- El desempeño de
funciones públicas debe ser entendido como dedicación servicial, de ahí, que la
austeridad haya de caracterizarlo y que nadie pueda eludir sus
responsabilidades ante le pueblo.
1 e.- El libre y
efectivo ejercicio del derecho de asociación política de los ciudadanos debe
ser reconocido, como vía de manifestación de las inquietudes ideológicas, que
estimulen la vitalidad de los organismos populares formulando críticas e
iniciativas a la actividad pública.
1 f.- A nadie, a ningún
grupo, ni partido le será lícito suplantar ni desvirtuar la soberanía popular,
ni privar al pueblo y sus comunidades de los medios para ejercerla. A
diferencia de lo que hoy ocurre, puesto que el poder le es arrebatado al pueblo
por oligarcas, plutócratas, grupos de presión, facciones y organismos
parasitarios interpuestos.
1 g.- Todas
las comunidades se integrarán en el ámbito superior que es la nación española.
Los órganos nacionales del Estado serán su Presidencia, el Gobierno, las Cortes
Populares –integradas por representantes de las comunidades territoriales y
sindicales-, la organización Judicial y las Fuerzas Armadas. Los órganos
nacionales del Estado se reservarán las funciones esenciales de poder: el
arbitraje de los conflictos entre entidades, la protección de las personas
contra los abusos de los grupos o de los individuos, el fomento de las
actividades de utilidad pública, el apoyo a los sectores o comunidades
deprimidos, la defensa y seguridad pública, las relaciones internacionales, la
elaboración y vigilancia del cumplimiento de las normas básicas y comunes, que
regulen la convivencia, los derechos y los deberes de los españoles.
1 g.1.- Las Fuerzas
Armadas constituirán una institución del Estado al servicio de la nación
Española. Habrán de ser dotadas. Capaces, depuradas y suficientes, como sea
preciso para velar por la seguridad del pueblo y sus instituciones frente a los
atentados hostiles; para garantizar a España su soberanía y para defenderla en
el cumplimiento de sus destinos contra la beligerancia y otras potencias.
1 g. 1 a.- El ejército
será una milicia nacional y popular.
1 g. 2.- El poder
judicial habrá de ser organizado y ordenado de modo que la protección del
Derecho sea asequible efectivamente a todos los españoles. Deberá gozar de la
máxima honorabilidad, independencia, y seguridad; para que puedan los jueces y
tribunales cumplir fielmente su función de servir a la Ley.
1 h.- El Estado que
concebimos basado en la democracia directa comunitaria, se configura como una
República de estructura comunal y sindical. Resultado de la revolución nacional
sindicalista.
2.- La
política es la tarea de ordenar la convivencia para procurar el bien común,
haciendo más fáciles, más dignos, más participantes en la vida humana a mayor
número de personas. En consecuencia no se justifica la sociedad, ni su
instrumento, el Estado, sino en cuanto se atienen a un destino, a una norma
perdurable: la elevación integral en bienestar y en bienser de cuantos
constituyen el pueblo, la participación solidaria en el bien común y su
proyección y comunicación fraterna en el mundo.
3.-
Consiguientemente repudiamos el liberalismo tanto como el absolutismo;
repudiamos la disgregación o divorcio entre el Estado y Sociedad, así como, la
absorción de la misma por el aparato burocrático; rechazamos el sistema de
partido único y el de partidos políticos conocido, o partitocracia.
X
L I N E A
1.- La
línea de actuación del Movimiento Nacional Sindicalista será consecuente
con los principios de su ideario y estará alumbrada por la prudencia política,
a fin de evitar los riesgos de desviación e ineficacia.
2.- El Movimiento
Nacional Sindicalista intervendrá en cuanto lo permitan las circunstancias
en todos los ámbitos del quehacer político y social propugnando su ideario.
2 b.- Queremos
incorporar a la juventud, fundamenta potencia revolucionaria, en la misión de
llevar a cabo por si misma la edificación de la nueva España entera y
armoniosa, sin intermediarios ni administradores.
2 c.- Nosotros estamos
en desacuerdo, y no podemos transigir con la actual vida española, por ello
postulamos la revolución.
2 d.- Entendemos por
revolución, el proceso acelerado, radical y completo de desmantelamiento de un
sistema caduco e injusto y de edificación de las bases para un nuevo sistema de
convivencia social.
2 e.- El pueblo está
coaccionado por el sistema capitalista, abrumado por la corrupción y el
embrutecimiento, manipulado por los poderosos, que dominan las instituciones
públicas y los medios de difusión, coartado por la colonización extranjera.
Bajo tales condiciones la democracia es una ficción y la libertad un espejismo.
El régimen liberal es desde luego insatisfactorio, aunque preferible a la
opresión dictatorial. Por ello propugnamos una efectiva democracia en lo
político, en lo económico y en lo social; la extensión y no la restricción o
monopolio de las libertades; una ética social verdaderamente dignificadora
2 f.-
Con un sentido global de la finalidad revolucionaria, tratamos de mejorar en
todos sus aspectos las condiciones de vida de nuestro pueblo y alcanzar
aquellos objetivos de ideario, que tengan mas inmediata viabilidad, que
supongan un avance en metas propuestas y propicien el cambio de sistema en
dirección favorable.
3.-
Velaremos por la autenticidad, integridad e independencia de nuestros
planteamientos y apoyaremos las iniciativas de otros, siempre que tiendan al
logro de nuestros propósitos. Creemos, en la no-inmediatez del triunfo de la
revolución, pero entendemos que para lograrla, debemos poner manos a la obra,
sin esperar a que la Providencia nos mande a la persona providencial en la que
apoyarnos.
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