martes, 10 de julio de 2012

Mienten como de costumbre



MIENTEN COMO DE COSTUMBRE

Siempre  he sostenido que el Partido Comunista es el que resulta perjudicado ante cualquier desgracia que surja sea cual fuere su causa y origen.
Que hay una protesta laboral, de inmediato, con las herramientas dibujadas en las pancartas que encabezan la manifestación, la presentarán como si todos los afectados por la supuesta injusticia fuesen militantes del partido. Allí no se verán otras banderas que las de la II República, de cuya memoria también se han apropiado como si en ella hubiesen estado exclusivamente los chicos del carnicero Stalín.
Si por desgracia se produce una catástrofe natural que origine un mal  a determinada zona, que no lo dude nadie: el damnificado es el comunismo del lugar. Y para que contar si una persona resulta herida o muerta en cualquier enfrentamiento, el ímprobo héroe será sin duda un comunista de primera clase. Si posteriormente se descubre que la muerte le sobrevino por un fallo cardiaco, no se dice nada y en paz.
Hay que reconocerles su habilidad maniobrera para aprovechar las ocasiones en su propio beneficio. Avisada por sus “chibiris”, como una tigresa, la señora Bardem, abandonará sus joyas proletarias y solo le faltará el mono para ser una miliciana de las de antiguo, y encabezar la marcha en pos de la reparación de la  injusticia, que ya se sabe ha sido santo y seña de todos los países en donde han ejercido el poder.
Después a poco que se indague, se descubrirá que los beneficios del marketing justiciero se destinará a engordar las arcas del partido.
El motivo de escribir sobre esta práctica roja, no es otro que recordar a todos los que con toda su buena fe se acerquen a apoyar a los mineros asturianos, que sepan, que los réditos políticos y sociales de la manifestación convocada serán monopolizados por las huestes de Cayo Lara.
Con los comunistas y espero que nadie se enfade, no voy ni a heredar. Soy partidario, aunque resulte baja en participación, el convocar siempre una manifestación paralela a la oficialista de los sindicatos ¿De clase?
Recuerdo que en la transición, en las asambleas de mi fábrica, si el pope marxista se dirigía a los allí convocados, unos metros más allá, acompañado por otros trabajadores, le montábamos otra asamblea, que era menor en número pero muy superior en sinceridad.
El tema de los mineros ya está más que analizado y me parece muy bien los que determinados camaradas piensan hacer, pero que lo sepan: desde siempre los comunistas van a lo suyo, que por supuesto no es lo nuestro.
Antes de que alguien pueda estar elucubrando o pensando algo malsano, una cosa: si con la izquierda no voy ni a heredar, con la derecha ni a gastarme la herencia. Que no cunda el pánico.

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