MIENTEN COMO DE COSTUMBRE
Siempre he sostenido
que el Partido Comunista es el que resulta perjudicado ante cualquier desgracia
que surja sea cual fuere su causa y origen.
Que hay una protesta laboral, de inmediato, con las
herramientas dibujadas en las pancartas que encabezan la manifestación, la presentarán
como si todos los afectados por la supuesta injusticia fuesen militantes del
partido. Allí no se verán otras banderas que las de la II República, de cuya
memoria también se han apropiado como si en ella hubiesen estado exclusivamente
los chicos del carnicero Stalín.
Si por desgracia se produce una catástrofe natural
que origine un mal a determinada zona,
que no lo dude nadie: el damnificado es el comunismo del lugar. Y para que
contar si una persona resulta herida o muerta en cualquier enfrentamiento, el
ímprobo héroe será sin duda un comunista de primera clase. Si posteriormente se
descubre que la muerte le sobrevino por un fallo cardiaco, no se dice nada y en
paz.
Hay que reconocerles su habilidad maniobrera para
aprovechar las ocasiones en su propio beneficio. Avisada por sus “chibiris”, como
una tigresa, la señora Bardem, abandonará sus joyas proletarias y solo le
faltará el mono para ser una miliciana de las de antiguo, y encabezar la marcha
en pos de la reparación de la injusticia,
que ya se sabe ha sido santo y seña de todos los países en donde han ejercido
el poder.
Después a poco que se indague, se descubrirá que los
beneficios del marketing justiciero se destinará a engordar las arcas del partido.
El motivo de escribir sobre esta práctica roja, no
es otro que recordar a todos los que con toda su buena fe se acerquen a apoyar
a los mineros asturianos, que sepan, que los réditos políticos y sociales de la
manifestación convocada serán monopolizados por las huestes de Cayo Lara.
Con los comunistas y espero que nadie se enfade, no
voy ni a heredar. Soy partidario, aunque resulte baja en participación, el
convocar siempre una manifestación paralela a la oficialista de los sindicatos
¿De clase?
Recuerdo que en la transición, en las asambleas de
mi fábrica, si el pope marxista se dirigía a los allí convocados, unos metros
más allá, acompañado por otros trabajadores, le montábamos otra asamblea, que
era menor en número pero muy superior en sinceridad.
El tema de los mineros ya está más que analizado y
me parece muy bien los que determinados camaradas piensan hacer, pero que lo
sepan: desde siempre los comunistas van a lo suyo, que por supuesto no es lo
nuestro.
Antes de que alguien pueda estar elucubrando o
pensando algo malsano, una cosa: si con la izquierda no voy ni a heredar, con
la derecha ni a gastarme la herencia. Que no cunda el pánico.
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