FALANGISTA EN NAVIDAD
Aprovechando la calma chicha en cuanto a
intervenciones motivada por la Navidad, me apetece hacer unas cortas
reflexiones sobre nuestra Falange y lo que deseo en el futuro para ella.
De verdad, que pienso en que soy falangista y a la
vez la suerte que tengo por serlo. Y si no decidme si existe algo mas grande a
lo que un hombre pueda aspirar.
Es verdad que como revolucionarios somos también
revoltosos, por ello nos sublevamos contra todo inclusive contra nosotros
mismos. Bueno, no preocuparos en exceso, ya veréis como al llegar nuestra hora
seremos todos uno y comentaremos nuestras divergencias como una anécdota, sin
más importancia.
Os animo a que celebréis estas fiestas como un
homenaje a la familia de la olla y no de la hamburguesa. De la mesa de camilla,
con todos cambiando impresiones referentes al quehacer cotidiano. Y sobretodo,
que a pesar del Corte Inglés y otras cuestiones lúdicas, esta lo más
importante: que el mundo cristiano celebra la festividad mas grande del
cristianismo, como es la llegada al mundo del hijo de Dios.
También que estéis próximos a todos lo grupos que se
afanen en labores sociales y acuden al auxilio de los que nos necesitan. A los
que la vida los ha castigado sin piedad.
Procurad mancharos vuestras camisas, no hay nada mas
hermoso que una camisa manchada del sudor generado por el esfuerzo del trabajo.
De yeso, de viruta, de grasa, así al final de la jornada sentirse realizado.
Por último referido a los jóvenes, desear que sean
conscientes de la necesidad que tiene la sociedad española de que nuestras
generaciones venideras sean modelo de aptitud, al objeto de que en sus ocupaciones
demuestren que los falangistas estamos con el progreso, el trabajo y el esfuerzo.
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