RECLAMO NUESTRO LUGAR
De acuerdo con mi escala de valores, España y la
Falange son mis prioridades en cuanto a
cariño y lealtad. Soy y me considero español y falangista y doy gracias a Dios
por permitirme ejercer de ambas cosas.
Quizás este rasgo inherente a mi personalidad, se
sume a mi deseo irrenunciable para que,
desde el nacionalsindicalismo, podamos establecer un modelo de sociedad que
satisfaga las necesidades de los españoles.
Soy consciente de las dificultades que la empresa
comporta. Es cierto. Pero no lo es menos que no podemos esperar a que la
Providencia nos mande al líder carismático que aglutine en torno suyo a todos
lo que aspiramos a llevar a buen puerto nuestro ideal, o esperemos
complacientes desde nuestros lugares a que la destrucción de España y sus
valores alcance un punto de no retorno.
En lo que atañe a la primera cuestión, el líder
carismático, lo ha tenido la Auténtica desde hace muchos años. Caso distinto es
que la persona llamada a ejercer ese liderazgo, no se encuentre con el estímulo
necesario para enarbolar la bandera de la revolución necesaria y urgente que
España necesita, porque capacidad, la posee de sobra.
La segunda opción, solo le puede satisfacer a los
que piensan que la suerte está echada y que no hay solución. Craso error. Es
ahora, ante el estado de ansiedad e indefensión que el pueblo español padece,
cuando una idea nueva que por inédita, no es conocida por la mayoría, estoy
seguro acogerían al principio con un poco de escepticismo y posteriormente con
agrado.
Basta ya de soportar que unos indeseables sin mérito
alguno y con un pasado nada ejemplar, sean los que con cinismo, pretendan
facilitarnos la credencial para poder desarrollar normalmente nuestra actividad
política. Yo me niego en rotundo. No estoy dispuesto a tolerar que un asesino
como Carrillo, tenga la máxima consideración, y se nos niegue a los que mas
hemos sido perseguidos con saña por uno y otro bando.
Sin justificar nada ni pedir perdón a nadie. Somos
los que somos y representamos lo que representamos. La bandera está izada y por
favor, los que no tengáis nada que hacer, no lo vengáis a hacer aquí.
Necesitamos trabajadores cotidianos y nos sobran héroes esporádicos que a nada
conducen. Y a todos los que nos dicen que estamos pasados de moda y que lo
mejor es que nos volvamos a casa, con mucho afecto les digo: “Consejos no me
deis, que equivocarme, se solo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario