EL JUEZ Y LOS LEGULEYOS
El juicio al Juez Garzón por prevaricador ha tenido
como consecuencia la movilización de la izquierda mas radical, en favor de una
supuesta democracia. Como es lógico, el
insulto mas común utilizado por esta gente contra la Sala del Supremo que lo
juzga es la ya conocida como arma arrojadiza de estos imbéciles: ¡¡ fascistas!!
Allí estaban todos: la Bardem, muy elegante y con
ropa cara. El ex fiscal Jiménez Villarejo, a la sazón tito de Trinidad Jiménez.
Y ¡Como no! El defensor de las libertades (menos las de Cuba y Venezuela)
Gaspar Llamazares, que de forma sibilina, le restaba protagonismo chupando
cámara, a su Jefe Cayo Lara.
Creo que ya me he referido a los principales
asistentes a la protesta. Si bien es verdad, que he echado de menos al Duque de
Paracuellos, Santiago Carrillo, que como es conocido es uno de los principales
represaliados por el franquismo. ¡¡No tenéis ni vergüenza ni decoro!!.
Muchos de los “chibiris” portaban carteles con la
fotografía de milicianos muertos en combate en la guerra civil. Quizás hubiesen
podido ampliar la galería fotográfica, porque a pocos metros de la algarada, se
encontraba una antigua cheka del Partido Comunista.
Y es que lo tergiversan todo. Presentan a Garzón
como un adalid de las libertades, victima inocente de un sistema de corte
fascista, cuando en realidad lo que se juzga, en el caso concreto del
franquismo, es su reiterada tozudez en no abandonar el proceso al no ser
competente para instruirlo.
Amparado en su toga, Garzón ha sido el azote de las
dictaduras: las de derechas; las otras, las estalinistas; las que pululan
principalmente por Hispanoamérica, a esas ni regañarlas.
Hace años se metió en el charco de querer juzgar a
Pinochet, lo que originó un clima de desencuentro con su país, Chile, el que
hasta entonces se habían mantenido unas excelentes relaciones.
Es cuanto menos curioso su sectarismo: quiere juzgar
a Franco y a Mola, que hace décadas de su desaparición, montando el numerito de
pedir la partida de defunción del General Franco. Ignorando la Ley de amnistía
del año 77, mediante la cual, se enterraba el lamentable hecho de la guerra
civil para que sirviera de reconciliación de todos los españoles. Incluidos los
de la banda terrorista Eta. Si, esos chicos del caso Faisán ¿Le suena, Señoría?
Lo que mas siento de todo, es que debido a la
inhabilitación que te va a caer, no podrás procesar a tu amigo Santiago
Carrillo, como sin duda hubiese sido tu deseo.
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