miércoles, 1 de mayo de 2013

SAN JOSE OBRERO



SAN JOSE OBRERO

La fiesta del 1º de mayo, en tiempo del franquismo, fue conocida como la de San José Obrero. El régimen se encontró ante la disyuntiva de reconocer la fecha de mayor significado entre el mundo laboral, pero con alguna salvedad que la hiciese diferente a la del resto del mundo.
El mismo gobierno estaba dividido, el sector falangista del mismo, exigía la celebración de la efemérides de acuerdo con la importancia que despertaba en todo el mundo. Sin embargo, el sector de la derecha secular que en definitiva fue la que se hizo con el poder político vía Opus Dei, miraba con recelo la propuesta de los hombres de azul.
Tras varios años silenciando el tema, se acordó instaurar la fiesta de San José Obrero, metiendo la santidad en una cosa tan terrenal.
Quien no recuerda aquellos 1º de Mayo en el Santiago Bernabéu cuando los grupos de Educación y Descanso mostraban sus habilidades gimnasticas ante la mirada complaciente del General. Es de notar la presencia del Borbón aspirante en las últimas celebraciones. Claro está, que lo hacía muy en contra de su voluntad, porque como es sabido él es más bien socialista. Al hilo de esto, no se quién me ha comentado que a  comentado que a don Alfonso lo llevó a Cartagena una escuadra de la falange, que se abrió paso a tiros contra los socialistas que defendían la continuidad del Borbón de la bragueta fácil.
Esto me lleva a comprobar que estoy perdiendo reflejos, al hacerme partícipe de tal patraña. La falange todavía no había nacido, pero estoy por asegurar que una adulteración más de la historia sería bien recibida por amplios sectores.
Volviendo a lo que nos ocupa, recordar que no todo fue en esa fecha de color de rosas. En los últimos años del general, las movilizaciones callejeras propiciadas por la izquierda, intentaron sin conseguirlo arruinar los actos programados y el día anterior se concentraban en el centro de muchas ciudades, consiguiendo solo armar ruido.
Franco contrarrestó la algarada, programando para la hora de la convocatoria una corrida de toros con la actuación del Cordobés o un partido del fútbol del Real Madrid. Asimismo se repartían premios a los productores que a juicio de las autoridades habían hecho méritos suficientes para ser reconocidos públicamente.
A grandes rasgos, sin entrar en otras consideraciones, así transcurría la fiesta de San José Obrero. Ahora, pues ya se sabe: no estamos para muchas fiestas.   

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