LA JUSTICIA EN MANOS DE LOS POLITICOS
Los autoproclamados demócratas mantienen que para
lograr la plena democracia es necesario mantener la separación e independencia de
los tres pilares básicos: el ejecutivo, el legislativo y el judicial.
En España este supuesto no se da ni por asomo y si
vamos eliminando factores, nos encontraremos que el poder lo ostenta la cúpula
del partido que haya conseguido más votos, en este caso el Partido Popular,
como antes lo hiciera el Partido Socialista.
Hago mención a esta irregularidad porque la
Audiencia Nacional, sin que a ninguno de sus miembros se le cayera la cara de
vergüenza, ha dejado en libertad a tres integrantes de la banda comunista,
terrorista y separatista ETA, con varios asesinatos, de los que, por el capricho
de unos desaprensivos no van a cumplir la condena que les fue impuesta en su
día.
Tranquilito, cuando era oposición se le llenó la
boca denunciando al presunto pacto del gobierno socialista de Zapatero con los
asesinos, mientras anunciaba que una vez en el poder, los terroristas se
pudrirían en la cárcel, cuando aquí el único que se va a pudrir va a ser él en
el infierno, a ver si así paga por su nefasta etapa al frente de gobierno de la
nación.
Si nos paramos a pensar un momento y ponemos en
negro sobre blanco la actuación de Rajoy en el tema terrorista, encontraremos
suficientes argumentos para pedir su inmediata dimisión.
Uno de los escándalos más grandes en política antiterrorista que ha tenido España
ha sido el del llamado caso Faisán, que de haberse juzgado por un tribunal
imparcial llevaría consigo la imputación de Rubalcaba y sus adláteres. El
silencio que desde hace tiempo se guarda por sobre caso, es elocuente.
Los paraderos de Yosu Ternera y de Iñaqui De Juana
son de sobra conocidos por los servicios secretos españoles y puestos en
conocimiento del gobierno, que no ha dado la orden de que se proceda a su
detención. Solo de pensarlo a Tranquilito le produce urticaria.
La alimaña de la boina, puesto en libertad en
consideración a su enfermedad terminal que le daba una esperanza de vida de
pocos meses. Pero mira por donde, descubrió el efecto curativo contra el cáncer
que posee el vino y se pasea de chiquitos por las calles de su pueblo,
contraviniendo repetidas veces la libertad condicional.
En numerosos pueblos del País Vasco, se homenajea
sin ningún rubor a los etarras enalteciendo al terrorismo. Pues nada, adelante
con los faroles.
En esas estamos, mientras los hermanos de sangre de
los asesinos piden se declare el 18 de julio, como condena del franquismo.
Hacen bien. Mientras no exista una justicia neutral, la cosa irá a peor.
Mariano, anda, dinos con quien has pactado.
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