TRANQUILITO DESEA ACABAR SU OBRA
Hace ya bastante tiempo que le dedico a este cobarde
toda clase de improperios, y dadas las circunstancias se me antoja que soy
hasta benévolo, pues no pasa un día sin que el presidente de gobierno más
nefasto que ha tenido España, no mande dar una vuelta de tuerca al garrote vil
que los españoles de a pie llevamos alrededor de nuestro cuello asfixiados, por
los impuestos y la amenaza de ruina total que se cierne sobre nuestras cabezas.
Se ha dado tanta maña en su obscena obra, que hasta
el mismísimo Zapatero, parece un santo al lado de quien para desgracia nuestra
tiene dos objetivos claros: favorecer al mayor enemigo de la nación española,
Arturo Más y por supuesto el mayor logro de su delirante mandato: no realizar
una reforma de la administración del estado, que acabe con la duplicidad de
funciones y elimine los gastos superfluos de los taifas reducto de políticos
mediocres y ambiciosos que se han llegado a pensar que como en una mesa llena de manjares cada uno puede tomar
lo que desee.
La mente cobarde y torticera de este sujeto está
preparando una acción con la que pretende satisfacer a los prestamistas de
Bruselas sin meterse con sus amadas autonomías y como dicen en Valencia, pensat
y fet: reforma del pacto de Toledo que es uno de los pocos acuerdos que de
alguna manera ha beneficiado a los trabajadores españoles. Se les quita un
trozo de su menguada pensión aduciendo cualquier patraña y así, sus adláteres
periféricos no verán reducida su capacidad para seguir ejerciendo la corrupción
más grande que se haya dado en España.
Caso de llevar a cabo tal crimen y hunda a los
pensionistas ante la inseguridad de poder vivir con tranquilidad los pocos años
que les queden de vida, aparte de maldecir al responsable una y mil veces,
sugiero salir a la calle y acampar frente a la sede del Partido Popular, para
ver si tiene las suficientes agallas para mandar desalojar a los que gracias a
su esfuerzo y trabajo, hoy se puede disfrutar en teoría de un retiro apacible
unido al agradecimiento de las generaciones posteriores.
Hay defectos que se pueden subsanar con el tiempo,
pero la cobardía, es libre y cada uno coge la ración que le apetece.
En nombre de las generaciones pasadas, le pido un
favor: deje de hacernos daño y márchese. Dios ya le hará pagar en la otra vida
el daño realizado
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