lunes, 31 de octubre de 2011

pasado y futuro de EspañaPASADO Y FUTURO DE UN IMPERIO PRIMERA PARTE España es la nación mas antigua de Europa. Sus orígenes se remontan a los finales de siglo XV, con la conquista de Granada por parte de las huestes de Isabel, reina de Castilla, poniendo fin a la dominación de los árabes, obligándoles a abandonar el territorio hispano. Isabel de Castilla, estaba unida en matrimonio con Fernando de Aragón, enlace que trajo consigo la unidad de todos los reinos cristianos de la Península. España es rica y variada, una unidad indivisible de regiones diferenciadas entre si por sus variadas particularidades, sus distintas lenguas y sus diversas formas de entender la vida cotidiana, que supo hacer de todo ello un nexo de unión y no una causa de enfrentamiento entre hermanos, comenzando una singladura en común, que ha perdurado con el paso del tiempo hasta nuestros días. Vascos, catalanes, andaluces, castellanos, gallegos y que decir de los extremeños, consiguieron hacer de España un Imperio que abarcaba medio mundo. Descubrieron y colonizaron países, los iniciaron en la fe cristiana y nada importó la lengua española utilizada a tal fin. España ha pasado vicisitudes de todo tipo. Al lado de héroes, de los que nos sentimos orgullosos, su historia está jalonada de personajillos, que favoreciendo en su mayoría intereses externos, trataron por todos los medios de arruinar la Nación. España ha pasado por vicisitudes de todo tipo. Al lado de grandes hombres, de los que nos sentimos orgullosos, su historia está jalonada de personajillos, que favoreciendo en su mayoría intereses externos, trataron por todos los medios de arruinar la Nación. Nuestros antepasados han padecido y superado la permanencia en el Trono de unos reyes que van desde la memez de Carlos II, llamado el hechizado por no decirle el tonto, pasando por la paranoia de Fernando VI, al que hubo de ponérsele un servicio especial para que efectuara sus defecaciones, ante la creencia real de que al hacerlo, sería succionado a través del agujero del mismo. Que decir de Fernando VII y su papa, Carlos IV, que a causa de su odio mutuo, cedieron graciosamente el trono a Napoleón sin ningún remordimiento ante el ejemplo de felonía cometido por ambos. Isabel II, que frecuentó la cama de nobles y no tan nobles, toreros y artistas de la farándula, que al estar casada con un homosexual, Francisco de Asís, conocido en los mentideros como “La Paca”, se puede deducir que era incapaz de procrear, por lo que la paternidad de Alfonso XII, se le atribuye a un capitán de Alabarderos, llamado Puig Moltó. Alfonso XIII, paradigma de cobardía, que puso pies en polvorosa después de que sus partidarios ganasen unas elecciones, dando lugar la advenimiento de la II República que fue proclamada sin someterse a votación alguna que expresase el deseo mayoritario de los españoles para aceptar esta forma de gobierno. España es una nación heroica. Contra ella han conspirado y atentado muchos y nadie ha conseguido doblegarla. Ha sobrevivido al paso de políticos de todo pelaje. Validos de los reyes, tipo Godoy, o aquellos cuyo mérito consistía en “coronar” a sus monarcas acostándose con sus regias esposas. Tras la espantada de Alfonso XIII, los entonces padres de la Patria, de una manera obsesiva, trataron por todos los medios de conseguir la fragmentación de España mediante la proclamación de Cataluña como estado independiente. Tuvo que intervenir el ejército para evitar el dislate. Pero fue con la llegada del Frente Popular cuando las fuerzas de la izquierda, con la tutela de las logias masónicas, mostraron una virulencia en contra de los intereses comunes de todos los españoles, que los llevó a la contienda civil. No fue todo malo en la II República: en medio de tanto miserable, apareció la figura de un joven abogado, que en un principio solo pretendía defender la memoria de su padre y que pasado un corto espacio de tiempo, propuso una revolución para España, que no tenía comparación con los regímenes existentes en aquel tiempo. Una revolución que consideraba al hombre como eje del sistema y que llamaba a los españoles para que participaran en la recuperación de los valores patrios. Este singular hombre, José Antonio Primo de Rivera, no solo ofreció una revolución que cambiara los estamentos sociales de la nación, sino que a él mismo no le importó evolucionar hacia posiciones mas adelantadas, lejos de cualquier atisbo reaccionario. Así el discurso para la Revolución o el del Cine Europa, se diferencian del pronunciado en el Teatro de la Comedia, en que este solo fue un principio y los otros una alternativa real y válida para la sociedad española. Por todos es sabido que la presencia de este hombre irrepetible, era molesta para unos y para otros. Con lo cual, unos acabaron físicamente con su vida y otros, no pusieron los medios necesarios para conseguir evitar el crimen. Con su desaparición, perdió España en general y la Falange en particular a un político con alama de poeta, predestinado para realizar una obra grande a favor de una revolución inédita en todo el mundo. Durante mas de tres décadas, el General Franco, se mantuvo al frente de nuestra nación con los aciertos y errores propios de quien ejerce el poder personal en un espacio de tiempo tan dilatado. Entre los primeros hay una frase suya con la que siempre estuve de acuerdo, que sintetiza su posicionamiento al respecto: “Donde yo este, no habrá comunismo.” En cuanto a sus errores, no voy a entrar en análisis de su relación con la falange originaria, que llevaron al ostracismo a la esencia de la misma, al mismo tiempo que se valían de lo superfluo y folklórico de su doctrina, para crear una propaganda sistemática a favor del Régimen. Atendiendo al recorrido por los vericuetos de la historia, opino que Franco, cometió dos errores –no se si involuntarios- que han facilitado el estado actual de las cosas: seguir los consejos de Carrero Blanco y apartar de los cargos de relieve a los falangistas que colaboraron con el Movimiento, caso de Girón de Velasco, que fue el artífice de la política social mas avanzada que ha tenido España, a cambio de otorgar su confianza y el poder a miembros del Opus Dei, que de manera torticera, prepararon la llegada de la monarquía parlamentaria y del régimen partitocrático. El otro error y mas grave, fue la consecuencia de esta nefasta influencia: el nombramiento como su sucesor a título de Rey de Juan Carlos de Borbón. Las consecuencias del hecho, a la vista están. El espíritu hispano ha logrado sobrevivir a todos estos hechos del pasado. Del presente y el futuro, nos ocuparemos próximamente.

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