El momento que tanto temíamos ha llegado. España corre un riesgo inminente de seccionarse por las provincias vascongadas. Un grupo de felones se ha reunido con unos supuestos mediadores, para hacer saltar en pedazos la unidad de España. Felones socialistas, que obedeciendo las consignas emanadas desde las logias masónicas quieren concluir su execrable obra, antes de ser desalojados del poder por las urnas.
Supuestos mediadores: paniaguados que desconocen la realidad de España y que con solo una mirada se adivina su catadura moral, se han prestado a la ignominia a cambio de una generosa recompensa económica como pago por los servicios prestados. Dinero que nadie sabe de donde ha salido ni quien lo ha dado. Estos individuos han vivido unos días a cuerpo de rey, mientras preparaban la fechoría.
Rasputín Rubalcaba como vengo denunciando desde hace tiempo, ya se ha sacado el as que guardaba en la manga. La crispación se apoderará de la sociedad española y pondrá en riesgo el normal desarrollo del proceso electoral, del próximo mes. Sin lugar a dudas, esa es su intención.
Los puntos del acuerdo al que han llegado estos oretes, además de ser inasumibles por ningún
español, se encuentran fuera del orden constitucional. Por lo tanto, el Jefe del Estado, en su calidad de garante de la Carta Magna, debería de intervenir y parar el crimen de lesa patria antes de que sea irreversible.
El acuerdo no puede ser mas demencial. Propone disparates como la anexión de Navarra por parte del País Vasco y por si fuera poco la de las provincias vascuences de Francia. A tal objeto, los sesudos medidaores animan a los respectivos gobiernos a reunirse y llegar a una solución negociada. Me imagino la cara que pondrá el Presidente francés al enterarse. Pretenden la equiparación de las víctimas de ¿Uno y otro lado? y el reconocimiento de los llamados gudaris etarras. El derecho de los vascos a decidir, es decir la autodeterminación, mediante la convocatoria de un referendum, por supuesto dirigido por ellos. Por último una amplia amnistía, que ponga en la calle a los asesinos del tiro en la nuca. A cambio, ETA, magnánimamente, anunciará su disolución. Sin pedir perdón ni entragar las armas.
Asi están las cosas y a nadie se le debe de escapar la gravedad de la situación. El Gobierno de la Nación, como corresponsable de los hechos, se limitará a mostrar su respeto por los acuerdos que se tomen. Nadie puede esperar su defensa del orden constitucional. Víctima de mi candidez, apelo a la intervención del Jefe del Estado. Por un momento he olvidado que en España reina un Borbón. Eso, o que a semejanza de su antepasado, Fernando VII, acuda a Bayona y felicite a los felones.
Mientras, el Sr. Rajoy, con la complacencia que le otorgan las encuestas, guarda silencio y no comparece ante la opinión pública, dejando claro, que una vez en el poder, todo lo que allí se acuerde quedará en aguas de borrajas. Al mismo tiempo que de por finalizado el pacto de gobierno que permite al Sr. López presidir la autonomía.
Y para reforzar la fiabilidad, tenga atrevimiento y valentía, para convocar una magna manifestación, acompañado de las víctimas del terrorismo, los partidos que se consideren defensores de la unidad de España y toda aquella persona de buena fe, que sin pertenecer a ninguna formación política, sienta repugnancia por la intentona independentista.
Sin obviar que si esta intentona tiene éxito, a los separatistas catalanes se les pondrá tiesas las orejas y serán los próximos en reclamar la independencia. Como consecuencia, todos y digo todos, incumpliremos con el legado que nos han dejado nuestros antepasados en usufructo y que nadie tiene el derecho a vulnerar: la unidad de España.
Y ahora, por lo que mas queráis, pensadlo bien: todos juntos con un poco de tiempo, tendremos la fuerza suficiente para enfrentarnos con fuerza ante cualquier dislate que se produzca en España. Eso, o continuar fallando a tantos camaradas que hace años se enfrentaron a los antiguos traidores. De verdad que no se lo merecen. La suerte está echada. ARRIBA ESPAÑA
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