lunes, 1 de abril de 2013

A MODO DE RECORDATORIO



A MODO DE RECORDATORIO

Tal día como hoy, del año 1939, un lacónico parte de guerra, daba por finalizada la contienda civil que había asolado a España durante tres largos años.
El tiempo ha transcurrido y los herederos del bando perdedor intentan a base de películas y demás medios publicitarios, hacer creer a los españoles que por su edad no vivieron la catástrofe fratricida habida en su Patria, que el resultado final de la misma había sido otro y el perdedor el bando del general Franco.
Cuando en la narración de hechos acaecidos tiempo atrás se utiliza la mentira para desvirtuar el final de los mismos, los responsables de la falta a la verdad, no merecen crédito alguno por ello, toda noticia debe de ser constatada dejando la opinión para más adelante.
Los descendientes del bando que ganó la guerra, según lo que llevo escuchando y leyendo al respecto, se han lanzado a eximir a la Falange de cualquier responsabilidad sobre lo sucedido y que el general Franco, era responsable exclusivo de lo sucedido. En concreto de haberse apoderado de los símbolos de la Falange, y por medio de su Rasputín de cámara, Serrano Suñer, crear un engendro que después se conoció con el nombre de Movimiento Nacional.
No voy a hacer un análisis de los cuarenta años del franquismo, porque entiendo que es un tema que se debate para pros y contras todos los días. Lo que si voy a hacer unas reflexiones en concordancia con el título del artículo.
Primera cuestión: ¿Podría alguien decirme si conoce a algún falangista que se pasase del lado franquista al republicano?
¿Debo de entender, que los camaradas que permanecían en el frente lo hacían en contra de su voluntad?
¿No es cierto que José Antonio a través de Manuel Hedilla, cursó las órdenes oportunas para apoyar la sublevación?
Hay que ser rigurosos y no dejarse llevar por corrientes que parecen pedir perdón por el pasado, cuando en la guerra los desmanes fueron ejecutados por ambas partes.
Mi posición ha sido clara: sin entrar en otras cuestiones lo único que mantengo y mantendré siempre, es que Franco no era falangista. Franco era franquista, y al mas puro estilo gallego, fue en zigzag, con la falange, con los requetés, con los monárquicos, en este caso se da la paradoja de que considerando a España como un reino, no consintió que el heredero de Alfonso XIII tuviese la más mínima opción de aspirar al trono, además de ganarse con diezmos y primicias al clero español. Al final nos castigó y nos obsequió con el Borbón
Ahora florecen antifranquistas por doquier, incluso cualquier página azul estará repleta de escritos en su contra. Está bien. Tan solo me gustaría que se repasase el currículo de muchos de ellos, eso si obligados, claro está, no hubiesen pertenecido nunca a las organizaciones juveniles del régimen con el beneplácito de su familia, ni acudido a los innumerables campamentos en los que se alababa al invicto caudillo.
No pretendo censurar conductas pasadas sino opiniones recientes. En lo que a mi respecta, no soy un falangista con pedigrí. Mi padre, terminada la guerra colgó la camisa azul y se fue a hacer zapatos. En la contienda había perdido en Paracuellos a un hermano del que no pudo encontrar su cuerpo. A mí, me decía que la Falange de José Antonio, era una cosa muy hermosa para que fuese puesta en vigor.
La primera camisa azul que me puse fue una que compré en la Plaza de Cascorro y accedí por primera vez a una sede falangista, en Getafe, calle Madrid, local de Falange Española de las JONS Auténtica, en la primavera del año 1976.
Con una precisión final: aquí que primero pida perdón el comunismo por los crímenes de su brazo armado ETA, cometidos en la historia mas reciente Luego Carrillo, al que Preston acaba de descubrir sus aberraciones.  

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