miércoles, 17 de abril de 2013

LA CONVIVENCIA IMPOSIBLE



LA CONVIVENCIA IMPOSIBLE

Cada vez me resulta más difícil encontrar motivos fundados para creer que la crispación ha cumplido con su labor devastadora y el sentido común va a primar sobre la disputa incontrolada que Dios sabe hacia dónde nos llevará aunque no es difícil averiguar el fatal desenlace y el precio a pagar por culpa de los que atendiendo a intereses espurios, voceros de las fuerzas fácticas, están finalizando la labor encomendada sin tener  un mínimo de consideración sobre un pueblo abducido por el becerro de oro hedonista.
Independientemente del mal gobierno del Partido Popular que ha tirado por la borda la mayoría absoluta alcanzada en las últimas elecciones cuando el electorado castigó con la pérdida de votos el suplicio de aguantar dos legislaturas Zapateriles con gobiernos integrados por mediocres y revanchistas. Lo único entendible cuando hablaba el Presidente es que a su abuelo lo habían matado en la guerra y que él era muy rojo (sic). Además de cargarse el concepto de nación, permitir un estatuto en Cataluña preludio de la insumisión actual y hacer lo posible por alejar a los españoles de la fe cristiana recibida de nuestros padres. Ignoro si como dicen Zapatero es masón, tampoco me importa en demasía. Lo que si me consta es que su modo de actuar está de acuerdo con el odio al cristianismo de la francmasonería.
El pueblo para desgracia de todos había consumado con sus votos la llamada ley del péndulo, sin que por desgracia no hubiese una alternativa dispuesta a parar el aparato a la mitad del camino.
No había transcurrido un mes desde que Rajoy tomase las riendas del poder y empezar a dilapidar su caudal electoral, cuando la izquierda fiel a su modus operandi decidió hacerse con la calle. Para lograrlo, Rubalcaba el del GAL el del Faisán , el vigilante de todos los españoles, pidió ayuda a Cayo Lara, y respaldado por los separatismos comenzó con la ley de acoso y derribo de un gobierno desbordado por los problemas económicos y por supuesto, los éticos.
Ya vino todo rodado. Un día las hipotecas, otro la ley del aborto, otro la crisis de la enseñanza y por supuesto los recortes. Cualquier pretexto era bueno para armar algaradas que han culminado con el acoso a la monarquía con la que creo no estamos de acuerdo la mayoría de los españoles. De pronto el furor republicano se hace epidemia, y culmina con la celebración del aniversario de la República (La de ellos) con la invasión y ocupación de la vía pública por mozarrones portadores de la tricolor y la roja de las herramientas.
Parecía un calco de las concentraciones en la Glorieta de Cuatro Caminos, solo se diferenciaba en una cosa: exacto. Al otro lado de la glorieta unos jóvenes les impedía consumar su propósito. Ahora los descendientes de aquellos jóvenes estamos a otra cosa       

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