miércoles, 7 de diciembre de 2011

EL COMUNISMO QUE NO CESA

Siempre me ha llamado la atención, la tibieza con que, a ETA y su entorno, se le ha denominado desde todos los foros políticos. Algunos utilizan el nombre de grupo separatista. Otros, izquierda abertzale. Y los más, banda criminal. Pero si la memoria no me falla, jamás he visto que se les mencione por su verdadero nombre: BANDA ASESINA COMUNISTA.
Y la verdad es que me parece mentira. Todos deben o deberían conocer que el último y principal objetivo de estos marxistas leninistas es el de crear un estado comunista de corte estalinista en esta parte estratégica de Europa.
Los que creo que han medido mal su estrategia son los mea pilas del PNV, que ahora ven como las cosas han cambiado y los que menean los árboles también están recogiendo las nueces.
A causa de mi trabajo, en los años de la llamada transición, he tenido la oportunidad de convivir con partidarios de esa maléfica doctrina y puedo asegurar que la peor ralea que he conocido.
Viven como amargados. Son unos simples números a expensas de las órdenes emanadas desde sus responsables inmediatos. Una vez miembros del Partido, se les acaba no solo la libertad como persona humana, sino que no son dueños ni de sus propios pensamientos.
Recuerdo que en mis tiempos de Barreiros le comentaba a un antiguo compañero de colegio, que como era posible que un hombre que había sido tan alegre, ya no aceptara ni siquiera una broma. Su contestación, no podía ser más elocuente: “El mundo no está para tomárselo a broma”. Yo le decía que entre los innumerables motivos por los que yo no podía ser comunista, era que estos carecían de sentido del humor.
El problema es que como han estado desde hace años en un discreto retiro estratégico, se podría pensar que ya no volverían: error mayúsculo de apreciación. Estos años en la penumbra se han dedicado a ser el bastón de apoyo para la permanencia del PSOE en el poder en ayuntamientos y comunidades. Parecían el primo de Zumosol. Con una táctica bien preconcebida que ahora les está dando sus frutos: desgastar a los socialistas, desprestigiándolos con la corrupción dentro de las instituciones, mientras ellos ponían cara de bueno y miraban para otro lado.
Ahora los votantes de izquierda, alguno de ellos, los han llevado a obtener unos resultados electorales, que los posibilitan para ejercer una presión sobre el Gobierno del PP a base de movilizaciones callejeras, como ya ha anunciado el Sr. Cayo Lara.
Y por si a alguien le queda duda, ahí está su apoyo al grupo etarra en el Parlamento para que puedan obtener grupo propio; con lo cual, si le añadimos la izquierda catalana y el bloque gallego, nos dará que el comunismo está sobradamente presente en el Parlamento próximo a formarse.
Ante este estado de las cosas, no tengo otro remedio que expresar mi preocupación ante el avance de la doctrina más perniciosa jamás inventada. Cuidado, que el enemigo está fuerte y presto para la batalla.
No hay nada mas que esperar a las próximas elecciones vascas: el comunismo se alzará con el poder en esa parte de España y luego, cuando la cosa ya no tenga remedio, vendrán las lamentaciones.
  



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