miércoles, 14 de diciembre de 2011

Se Alza el telon

SE ALZA EL TELON

Alea jacta est. O lo que es lo mismo, que Dios nos coja confesados. Los padres de la Patria, los políticos que han ganado plaza parlamentaria en las pasadas elecciones, tuvieron al fin el primer encuentro cuyo primer cometido fue la elección del Presidente del Congreso y la composición de la Mesa del mismo.
Ya desde el primer momento se pudo vislumbrar, que la amenaza comunista no es un anuncio baladí y que, con Cayo Lara al frente, están decididos a poner toda la carne en el asador y terminar con la labor de destrucción de España como nación, que se inició con el zapaterismo y continuó a lo largo de las dos legislaturas que duró su mandato.
La sesión, por ser la primera, no pudo ser más esperpéntica. El batiburrillo que se lió fue morrocotudo. Unos, juraban; otros, prometían; y otros, desde una posición belicosa con respecto a la Constitución, aceptaban la fórmula de aceptación “por imperativo legal” Todo muy ejemplarizante y progresista.
Y ahora viene la madre del cordero: Bildu, ateniéndose a una legalidad muy sui generis, exige se les otorgue la condición de grupo parlamentario y de esa manera estar en todo lo que se cuece en todos los estamentos de una institución que ellos repudian.
Es como si hubiesen tocado a rebato: los demás partidos marxistas han acudido en auxilio de sus camaradas vascos y pretenden que estos consigan sus propósitos cual trileros de mi barrio del Rastro.
Este estado de las cosas provoca la intervención aclaratoria de sus intenciones al respecto, por parte de Rajoy. Ya no hay vuelta de hoja: el Presidente del Gobierno electo, en atención al deseo de millones de sus votantes, no le queda otra prerrogativa, que oponerse con firmeza a los deseos de los comunistas de ETA –me he hecho el firme  propósito de que cada vez que mencione a ETA, le aplique el apellido de “comunista”. Es para aclarar conceptos y que nos entendamos todos.
Otra posición de cara al problema. Cualquier síntoma de cobardía o tibieza por parte de los populares, sería tomado como una claudicación y bastaría para que la mayoría de sus votantes, se consideraran estafados.
Esperemos, pues, acontecimientos y una vez que estos se produzcan en uno u otro sentido, expresaremos nuestra opinión.
Por fortuna en estos casos se producen unos hechos, que por su naturaleza, sirven para aportar la nota festiva entre tanta trascendencia.
En las legislaturas de Zapatero, tanto en el Congreso como en el Senado, dos madres de la Patria han llamado especialmente mi atención. En el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo, en las secciones en las que intervenía el Presidente del Gobierno, una diputada rubia, con cierto parecido físico con la cantante María Jiménez, desde  el escaño situado justo detrás del líder socialista, esperaba la ocasión para ser la primera en levantarse y mediante un aplauso que amenazaba con producir algún daño físico en sus manos, marcaba el compás que debían de llevar sus compañeros de las filas socialistas. Y para más eficacia, al producirse una votación, con una gran aplicación, mostraba cual era el sentido del voto a adoptar.
Soy sincero y confieso que me tenía preocupado el no saber si esta decisiva parlamentaria, había conseguido conservar su escaño, a pesar del retroceso del PSOE. Ayer, salí de dudas. En un medio de comunicación, aparecían los nombres de los diputados electos por provincias, acompañados por una fotografía de todos ellos. Casi se me saltan las lágrimas: en la provincia de Cádiz, debajo de su fotografía de semejanza folklórica, aparecía el nombre deseado: Carmen Sánchez. Por poco no estallo en sollozos. El apoyo al jefe de la oposición mediante fuertes ovaciones, está asegurado.
Lamentablemente, el tema del Senado, no ha tenido el mismo final feliz. Por lo menos que yo sepa.
En la misma posición estratégica solo que en la Plaza de la Marina, ocupaba su lugar la Senadora Ruth Porta, que por lo que sabemos, no tuvo una actuación muy boyante en la Asamblea de Madrid, además de algunos tropiezos de índole económico. Esta, no batía palmas. La morena Senadora, a cualquier gracieta de Zapatero, a la vez que asentía con la cabeza, sus carcajadas atronaban por todo el local. Por mucho que he buscado su nombre en las listas, no lo he encontrado.
Como se puede comprobar, no todos los senadores y diputados, se dedican a pasar el tiempo sin más. Alrededor de tanto inútil, existe el noble cometido de palmeras y chistosas, que cumplen con el deber asignado.      

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