PROFECIA CUMPLIDA
Como a mi no me gusta hablar a “toro pasado,” en el
caso de las elecciones andaluzas, por medio de diversos escritos vaticinaba lo
que al final ha sucedido: victoria pírrica del Partido Popular que no le
faculta para poder gobernar.
Y no es que yo ejerza de profeta –ya me gustaría-
pero se da la circunstancia de que resido en un municipio que sirve de ejemplo
de lo que ha provocado el descalabro de los populares y si no, ahí van los
resultados: Partido Socialista, 4228 votos, el 44,23%. Partido Popular, 2557 votos, el 26,75% mas de
1600 votos de diferencia. Y así de una manera mas o menos amplia la victoria
socialista se ha basado en la zona rural sevillana.
Se dan dos circunstancias que inciden en la voluntad
de estos votantes para sus preferencias a la hora de votar.
La primera y principal, el clientelismo que los socialistas
ejercen sobre los trabajadores del campo en estas localidades a base de las
famosas peonadas y las subvenciones indiscriminadas que como si fueran el
maestro JUNCAL reparten a unos y otros con la única condición de ser votante
del Partido. Y cito al maestro Juncal porque el dinero que reparten es público
y por tanto de todos.
Los funcionarios públicos nombrados “dedocráticamente”
sin otro mérito que su pertenencia a las filas del PSOE. Se da la circunstancia
de que entre concejales liberados mas funcionarios de a dedo acaparan la mayor
parte del presupuesto de los ayuntamientos, que por este motivo se ven
obligados a no satisfacer las facturas de los proveedores.
Las subvenciones a organizaciones siempre de
izquierda y especialmente a las dependientes de su primo el de ZUMOSOL o lo que
es lo mismo Izquierda Unida.
La irregularidades en urbanizaciones construidas en
suelo rustico con el ahorro consiguiente en los impuestos que deberían de satisfacer
en el caso de tratarse de suelo urbano edificable.
Y por último la cantinela de situar a los candidatos
del Partido Popular como los descendientes de los señoritos andaluces, cuando
ellos se han erigido en una élite clasista y cerrada.
Por todo ello a mi no me ha sorprendido el resultado
de las urnas. Y como decía hace unos días: a mi, me da lo mismo quien
desgobierne. A un señor que me preguntó mi opinión esta mañana, le contesté:
PERDONEME PERO YO SOY FALANGISTA
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